Complot

Hoy había "casi" decidido no venir (no hay nada más conflictivo para un libriano que decidirse por una de las tantas decisiones) ya que el 2º resfrío del año me está matando, y las broncas de la última semana here lo compensan. Sin embargo opté por esperar y rajarme pasadas alguna horas o bien, bancármela hoy y pegar los faltazos a partir de tomorrow por dos días OBVIAMENTE.
La certificación ya lo avala de antemano (no hay como haber trabajado tanto tiempo en el ámbito de la salud).
Hace 2 hs que hay una reunión justito al lado mío (in another language) a volúmenes esquizoides, no admisibles ni para viernes a la tarde, absolutos inductores al suicidio un lunes antes del mediodía.
Hoy venia en 110 bondibus, que cabe destacar llegó a horario (la única buena en lo que va del día) y un chaboncito que iba parado justo a la altura de mi asiento dejó sonar durante 10 minutos (DIEZ) su celular sin ninguna interrupción sin decidirse a atenderlo o en su defecto a apagarlo, hasta que osado pasajero se animó a “avisarle”, seguramente cayendo en la cuenta que el personaje maldito iba con su maldito MP3 y cabía la mínima posibilidad de que no se estuviese percatando...
Yo en cambio lo odié, lo maldije, pensé en pelearme, pero no barajé la posibilidad de “avisarle que le sonaba”, un aplauso para el que lo hizo (gasto menos energía y resolvió el asunto) si no muere en un imponderable, seguramente morirá de viejo...
Odio a los personajes que van con el mp3 a los gomazos, no da ni ahí torturar así a sus propios oídos ni a quienes no tenemos la culpa de sus elecciones musicales y encima sin joder a nadie intentamos concentrarnos en el propio bookcito de turno.
Declaro odio, mucho odio por ellos.