Chilometri

Qué bueno ponerse TOC, pero con algo hiper positivo, como puede ser el hecho de destrozar las pistas de los bosques palermitanos más de dos horas cada día.
Esto automáticamente y como debe ser trae aparejado otros TOC : parada técnica en "Selquet" o "Club del Golf" para cortadito (si es antes del mediodía) y coca light con hielo y limón si se trata de las noches; y aunque contradictorio, con sus marlboros light de por medio.
Los compañeros de pista, varios.
Mi índice de soportabilidad se acrecienta.
Lo más irremable "los informes socio-económicos mundiales" en forma de tesis MBA de mi principal colega de ruta.
Qué si la pista chica o la de la Lugones, qué si tal o cual solo camina más rápido por tener piernas más largas, qué si los diez años de más o de menos, y la llamada al radio taxi del compañero de turno, que significa quedarse alone, verificar "el punch propio" como dirían los franceses, recuperar velocidad, y por fin despejar la mente...

Re insólito por nada...

Ayer viene un tipo de una banca americana y me pide, antes de entrar a la reunión with my boss, si le podía confirmar otra reunión que tenía doce y treinta en otro lado (al margen de que pensé, pero ¿Qué te pasa?) le digo que okey, y me da un mail impreso, que sólo decía el teléfono, y que la reunión era con un tal Dr. G.
Llamo al número, me atiende una minita muy cheta, muy pedorra, y luego de explicarle super claramente el por qué de mi llamado, me dice: "tipo que no te entiendo nada...", pero promete avisarle al tal G, que el tal Banca Miami iba doce y treinta, y me pide my number and phone.
A los cinco minutos llama un tipito y dice: "Por favor con Rochie", "Soy yo", "Ah, Rochie te habla E.B. por la reunión que confirmaste recién que nosotros la tenemos agendada, pero para mañana..."
Rochie responde "Hola E.B, ¿Cómo te va?" y después de aclarar el tema meeting le comento que su cuñada había llamado a mi madre el día anterior equivocadamente...
Y ahí, casi se muere, ya que él no se había dado cuenta que yo era yo; sólo pensaba que se trataba de una chica muy simpática, y de ahí mi saludo inicial.
En definitiva, terminé hablando al otro día por azar, con mi ex hermano, hijo de my ex mother husband...
Obviamente, el muy mulinito bianco, ya tuvo bebe hace tres meses; no se separó; no se murió nadie; sigue con la stessa donna. No como en general le pasa a la gente normal.
Tipo: ¿y yo? Yo me vine a cortar el rulo...

Mis días de ausencia

se deben al hecho de haber descubierto este sitio: www.flickr.com y al haber subido pictures during 8 hours a day. Testimonios de lo más variados personajes y rubros de mi vida (y por supuesto a modo T.O.C. para no perder la costumbre).

Butaca 17

Soy amiga del "no plan" aunque muchos digan (y tampoco es que disienta con esto), que al no tener planes es mucho más difícil ejecutarlos.
Como si "hubiese que". Regla válida también para los objetivos.
Yo soy más de las que prefieren dejar fluir y de las que creen que "si tiene que" va a ser y si no tiene que "ni ahí"; aunque te compres el talonario completo de la rifa. Pero como ya dije se la remo al que lo cree, y no descarto la posibilidad de en algún momento pertenecer al bando.

Pero cómo me jode y cómo. Uno si de mis "leimotiv" es el de no vivir jamás algo como carga. Tengo el billete (aereo no, ya no) "to stay in Bariloche in a month", y sentí miedo, miedo de que pase algo en este mes que impida el trip; de no poder usarlo por tal o cual razón; de haber cometido un error al no comprarles a los de Vía ... (después de la última discusión iba contra mis principios), y pensar que esa cartita de queja está aún pendiente...

De que las cosas no marchen bien por esos lares; lo peor no quisiera ni pensarlo, pero a veces me viene a la cabeza, y más más miedo aún.

Me pregunto que haría si él no estuviese; si ya no estuviera allá. Porque más allá de que no imaginaría vida después de eso, sé que la habría y que habría que remarla y remarla hasta salir.
Por ahora mi plan es ese: ir a verte, a estar con vos otros catorce días, a volver a sentir que no da, no da en absoluto que el destino haya jugado tanto con nosotros.