Flores violetas - 27 de enero de 2013 |
Gracias, Clodito, me enseñaste tanto, aunque a veces no sirva de nada y los insanos triunfen y hagan tambalear.
Y estás vos, S. Graciana, que has sido una jugadora empedernida y por eso sos la dueña, porque mientras ayer me narrabas tu episodios por horas y yo los míos -con tantos paralelismos- donde no nos sobra una coma y nos falta tanto por "exorcizar": dijiste. Gracias.
Y si nos animamos podremos empezar a jugar.
De verdad. Porque quizás la vida sea un juego, y no hay que andar con la verdad en la mano. Y porque tal vez estaba ya prefijado y lo elegimos. No todo el mundo merece saber la verdad.
A lo de tu tocaya no pudiste llegar. Imperaba. Y tampoco pude llegar yo, y sí volver con flores blancas y violetas; no era el día. El día era hoy de él. Por eso las flores. Las vi y no dudé.
Le hice jurar que no triangulásemos. Si no, no seguíamos hablando escribiendo, y no entendió lo del enfermero pero si entendió, que maldigo el libro ese que entregué en El Zaguán.
Te quise salir a buscar por hospitales y clínicas y después me dije, no. Esta mina cree que su vida es un rosario de problemas por una institución de mierda y tres materias de mierda (no eran tres, eran seis) y era lo único que te pedía en mi vida. Creo. Capaz me equivoco. Y no se trataba de eso. Era mucho más, era minuto cero. Te pedí siete. No me los diste. Querés verme, yo no quiero. Ya no quiero.
Te quise salir a buscar por hospitales y clínicas y después me dije, no. Esta mina cree que su vida es un rosario de problemas por una institución de mierda y tres materias de mierda (no eran tres, eran seis) y era lo único que te pedía en mi vida. Creo. Capaz me equivoco. Y no se trataba de eso. Era mucho más, era minuto cero. Te pedí siete. No me los diste. Querés verme, yo no quiero. Ya no quiero.
Tal vez, por una vez esté soltando recuerdos, como aconsejaron todos siempre.
Y ahí me decido a hablar con vos, Brujex, que estás siempre que uno está mal, y pueden pasar años, meses, y jamás hay facturas. Ojalá pronto te toque empezar a vivir a vos, que lo has dado todo y más , y toca vida. Y nos debemos hace tanto Las Violetas. Las Violetas y el mar y la montaña y tanto...
Vaso dado vuelta, flores violetas con blanco, y el maldito plástico no aparece. Pero muertes son otras; las de más de cuarenta días, y su por qué; la tuya, hace tres años, cuando en dos días yo llegaba, para nuestro sexto regreso. Te amé tanto. Sé que no se puede volver a amar así, a pesar de las idas y regresos en kilómetros y de los novios que me mandaste desde que te fuiste. Porque juntos estuvimos quince años, y si estás en ese lugar muy celeste, estarás viendo que hoy quizás ni ella ni yo debíamos llegar a General Rodriguez.
Que hoy es tu día, el día de la partida, y merece el reparo. Como cuando aquella rosa cayó desde el cielo caminando Cabildo, y en días partíamos con tu Juampi para cruzar el charco en avión y enseñarle que vos los problemas los mirabas por un circulito cada vez que abordabas uno. Un circulito entre el dedo gordo y el índice cuando tus aviones se empezaban a elevar. Para minimizar. Y yo te discutiese que el nudo a veces se lleva adentro.
Asientos catorce y dieciocho de un viaje que recuerdo entre lo mejor de lo vivido. En ese viaje, tu Juampi fue director de cine y mi casita palermitana, un ratito antes de viajar, nos albergó a los tres, y a mi amiga Lu, porque también podía salir muy mal. Pero no, lo recuerdo como te digo, como te escribo, entre lo mejor de lo vivido.
Hoy no era el dia, brothercito. Hoy era el día de él, y algo tuvo que hacerme regresar a casa. Fue ineludible.
*
En mi Taller ya empezó temprano en España y en tantos lados: mi "Hablar escribiendo". Yo por ahora elijo quedarme con este escrito que es de ratos un diálogo con los que ya no están, un monólogo interior, y quizás solo quizás sea el único, ya veré si hay tiempo. Porque el fin último esta vez es poder disfrutar de todos vuestros relatos.
Para contarles un poco sobre Flores Violetas: hablo con los que se fueron, con los que sí están y aportan tanto, y con las causalidades que parecen juegos del destino o misterios a develar.
Me dio mucha ternura que se hayan quedado con la foto de Julio a Alejandra, cuando les pedí fuesen libres, y fotografiaran los manuscritos, las cartas no enviadas, etc. Los espero, por aquí y por allí. Los quiero.
Juliano el Apóstata
Natalia Tarracó
Beatriz
Cecy
Sani Girona
Carmen
Alfredo
Neo
Teresa
Leonor
Cass
Encarni
Valaf
Manuel
Medea
Emejota
El Demiurgo
San
Sindel
Sergio
Rochies
María Liberona
Dorotea
Pepe
Eduardo
Cristina Piñar
Gaby
Matices
Fabián
Lucía M. Escribano
Juji
Mar
Juan Carlos
Javier Noya
Miralunas
Censura XXI
Toni
*
En mi Taller ya empezó temprano en España y en tantos lados: mi "Hablar escribiendo". Yo por ahora elijo quedarme con este escrito que es de ratos un diálogo con los que ya no están, un monólogo interior, y quizás solo quizás sea el único, ya veré si hay tiempo. Porque el fin último esta vez es poder disfrutar de todos vuestros relatos.
Para contarles un poco sobre Flores Violetas: hablo con los que se fueron, con los que sí están y aportan tanto, y con las causalidades que parecen juegos del destino o misterios a develar.
Me dio mucha ternura que se hayan quedado con la foto de Julio a Alejandra, cuando les pedí fuesen libres, y fotografiaran los manuscritos, las cartas no enviadas, etc. Los espero, por aquí y por allí. Los quiero.
Juliano el Apóstata
Natalia Tarracó
Beatriz
Cecy
Sani Girona
Carmen
Alfredo
Neo
Teresa
Leonor
Cass
Encarni
Valaf
Manuel
Medea
Emejota
El Demiurgo
San
Sindel
Sergio
Rochies
María Liberona
Dorotea
Pepe
Eduardo
Cristina Piñar
Gaby
Matices
Fabián
Lucía M. Escribano
Juji
Mar
Juan Carlos
Javier Noya
Miralunas
Censura XXI
Toni