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San Martín de los Andes
Camino de los Siete lagos |
Porque la intensidad de lo vivido no tiene que ver con una medida en el tiempo, dijo él hace muchos años ya. Dan escalofríos, Aless. Este año el día D, el 24 de julio, serán diez años de tu partida, y por momentos pareciera que no pasó un segundo. Pero no es así y pasaron, y fueron muchos. Demasiados. Porque el tiempo sí existe.
Y tocó llorar y no estabas, y toco reír mucho y tampoco. Y no quiero ponerme ni poética ni melodramática, pero desde que llegó el día de la partida a tu tierra natal, el corazón se hizo un nudo y costó mucho que volviera a latir en frecuencias normales, o pisar alguna huella par.
Seguís siendo el mejor de todos, el que siempre tenía la palabra justa, cuando decías "Dos puntos: no sirve!" ¿"yo llevo el café y vos la pasta"? para ese otoño de Sur que iba a ser de a tantos y fue de a tres.
Esperame, pará, ¿te fuiste en el dos mil uno o era ya el dos mil tres? Si ahora calculo y me desvío que el duelo número dos se lo llevó la Lu, de la que ni siquiera me pude despedir.
Era mucho. Todo era mucho.
Apego y soltar. Recuerdos imborrables. Nuestra palestra insieme, nuestros cines, nuestras caminatas. Hoy paso por Coronel Díaz y ya no lloro, pero sí pienso en que era más lindo antes y no ahora.
Si supieras lo que pasó. Hubieras sido el primero al que hubiese recurrido para contarte; todo. Porque es marea y no remanso. Y en algo te equivocaste, amiguito del alma. Parece que a veces no hay pietà, y los arrebatos y las tormentas siguen, aunque Saturno se haya ido de Libra por una tregua de meses y vuelva a zamarrearnos un poco más, hasta junio a los pobrecitos librianos. Yo pensé que había aprendido mucho y no; todavía falta.
¿Alessandrito tiene entonces diez u once? ¿Sigue jugando con su perro? ¿Sigue en su casita redonda? Ey ¿Conservás mi primer book?
Alessandritos book se hizo con mucho amor dijo Pablo, nuestro profe favorito. Cuánto te quería. Por noble dijo alguna vez. Por genuino...
Y hubo un attimo de gloria y ocaso, y te fuiste abrazándome a una gema violeta que llevé conmigo en meses venideros y muy felices. Doble duelo.
Pero lo decís siempre que nos aggiornamos: mi vida debería ser filmada.
Vimos una Buenos Aires muy alta desde un azul profundo. El principito de mis seis o siete años se fue con vos. El alma se quedó entre quince mil kilómetros haciendo charco, y lágrima, y memoria y olvido.
Viniste a aprender el desapego...
Virgilio, aiuto! cómo me hace sufrir, amiguito. Y eso que era el favorito del favorito, Jorge Luis, asevera "se propuso una obra maestra y lo logró".
Pd: ¿tenés alguna foto nuestra? el papel se hizo disco y nuestra ex cápsula inteligente reclutó el resto.
Más intensidades entre Simon, la luna y
Cecie