Si fue previsible o de improviso, connotar y denotar, deducir e inducir. Silencios.
Donde encuentro estas horas, hojas; estos vientos, soles y amaneceres nuevos; ser el reflejo que huye de las sombras, que la pena no arrastre; verme, desde adentro, desde afuera. Es la hora quieta de no hallarte. Invalida la tentativa; el sueño. La individualidad titanista y libertaria. Te vuelve similar, trivial y parejo.
Y es tu distancia y también la suya. El desatino inoportuno y la furia sin furia de esta nueva y ancestral garantía de testimonio. Impropio, inadecuado. Poco eficaz por cierto; cuando fuimos uno, y costaba soltarse, y eran necesarios tus brazos para sostenerme, tu mano para volver, tus ojos para verme. Y sin embargo fuimos el detonante o la causa, cuando aún éramos sueño. Porque aunque valiese la última inspiración lo hubiera hecho. Porque partida en mil pedazos empecé a juntarlos. Y fue pictórica reconstrucción. En movimiento. Con melodías. Escenarios. Gentes. Voces. Hallarme; facultad maestra.
Iba a ser para siempre y lo es. No caen lágrimas ni se extingue, no se cierra el pecho por destrato. Aún hay suficiente. Sólo la pena. Legitimados sin embargo. Justificados. Indesarraigable.
Habrá que regresar al sol para vernos. Al mar. Al horizonte naranja y herido; agradecer, porque habría un después.
Evadirte no te vuelve exótico. El tedio y la agonía no te salvan. Tu ideal recóndito no desabisma.
Es necesario volver a creer, ante la evidencia de la escena repetida, de lo tácito sin fin, que imploré no más. Vos, que desnudas tu alma a cada paso. Que no seas recuerdo. Presente y cotidiano sin acostumbrarnos. Poético. Al lado.
Y es tu distancia y también la suya. El desatino inoportuno y la furia sin furia de esta nueva y ancestral garantía de testimonio. Impropio, inadecuado. Poco eficaz por cierto; cuando fuimos uno, y costaba soltarse, y eran necesarios tus brazos para sostenerme, tu mano para volver, tus ojos para verme. Y sin embargo fuimos el detonante o la causa, cuando aún éramos sueño. Porque aunque valiese la última inspiración lo hubiera hecho. Porque partida en mil pedazos empecé a juntarlos. Y fue pictórica reconstrucción. En movimiento. Con melodías. Escenarios. Gentes. Voces. Hallarme; facultad maestra.
Iba a ser para siempre y lo es. No caen lágrimas ni se extingue, no se cierra el pecho por destrato. Aún hay suficiente. Sólo la pena. Legitimados sin embargo. Justificados. Indesarraigable.
Habrá que regresar al sol para vernos. Al mar. Al horizonte naranja y herido; agradecer, porque habría un después.
Evadirte no te vuelve exótico. El tedio y la agonía no te salvan. Tu ideal recóndito no desabisma.
Es necesario volver a creer, ante la evidencia de la escena repetida, de lo tácito sin fin, que imploré no más. Vos, que desnudas tu alma a cada paso. Que no seas recuerdo. Presente y cotidiano sin acostumbrarnos. Poético. Al lado.