Obligaba creer en esa ilusión habitual de los principios. Sin embargo, habíamos sorteado la distancia de veinte meses, para despedirnos intempestivamente para siempre. Lo ignorábamos. Te cercaban las mismas mentiras, el no arriesgarte por lo que decías querer y habías querido desde siempre. La muerte sorprendió, y no te le negaste.
Once meses ya. Los días veintisiete pasan cosas...
Un veintisiete también, fue la última vez que te vería, con la promesa de un regreso en horas. Aún recuerdo cuales fueron mis palabras, intento dormir pero te siento.
Y sobrevivieron los días. Me alzé cada vez más y vencí cualquier adversidad. Y sí fui de otros, sí lo fui.
Yo sí sé amar, e intente creer, creerles. No fue una la lágrima, ni uno el despecho. Hubo dolor, sí lo hubo. Hubo desesperanza, desilusión. Volví a confiar. Aposté. Perdoné también. Sí, yo sé perdonar. Quizás demasiado.
Me rodeé de gente que quise y me quisieron. Celebré también. Escuché. Me lastimaron. Intentaron que descrea, no lo lograron. Busco motivos. Me faltan.
Lo mínimo se derrumba. Cuesta mirar para adelante, creer en lo genuino de un sentimiento.
Qué no sea imposible volver a confiar. Qué no se trate sólo de encuentros.
Tus palabras me sumergen en un nuevo abismo sin dirección. El vacío posterior, el de la ausencia.
No hay flechas. No hay razones. Escasea la fuerza. Me pregunto por qué no me fui con vos...
¿Y por qué lo dejaste si aún lo amás?_ pregunto él. Porque por una vez debo quererme a mí. No puedo perdonar tanto descuido, ¿desinterés?, ¿desamor?
No obstante eso, recaigo, retrocedo, y pido perdón. Una vez más te hablo de lo que aún siento, de lo que permanece intacto. Del sentido que para mí tendría que pudiésemos volver a mirarnos.
No, no puede ser verdad. Tan lejos y tan cerca. Dentro mío. Y en un instante se desvanecen los grises, el dolor, la muerte, el arrepentimiento, por lo que tantas veces no fue. Una suerte de razón. Se aleja el temor y el terror de lo sucesivo.
Once meses ya. Los días veintisiete pasan cosas...
Un veintisiete también, fue la última vez que te vería, con la promesa de un regreso en horas. Aún recuerdo cuales fueron mis palabras, intento dormir pero te siento.
Y sobrevivieron los días. Me alzé cada vez más y vencí cualquier adversidad. Y sí fui de otros, sí lo fui.
Yo sí sé amar, e intente creer, creerles. No fue una la lágrima, ni uno el despecho. Hubo dolor, sí lo hubo. Hubo desesperanza, desilusión. Volví a confiar. Aposté. Perdoné también. Sí, yo sé perdonar. Quizás demasiado.
Me rodeé de gente que quise y me quisieron. Celebré también. Escuché. Me lastimaron. Intentaron que descrea, no lo lograron. Busco motivos. Me faltan.
Lo mínimo se derrumba. Cuesta mirar para adelante, creer en lo genuino de un sentimiento.
Qué no sea imposible volver a confiar. Qué no se trate sólo de encuentros.
Tus palabras me sumergen en un nuevo abismo sin dirección. El vacío posterior, el de la ausencia.
No hay flechas. No hay razones. Escasea la fuerza. Me pregunto por qué no me fui con vos...
¿Y por qué lo dejaste si aún lo amás?_ pregunto él. Porque por una vez debo quererme a mí. No puedo perdonar tanto descuido, ¿desinterés?, ¿desamor?
No obstante eso, recaigo, retrocedo, y pido perdón. Una vez más te hablo de lo que aún siento, de lo que permanece intacto. Del sentido que para mí tendría que pudiésemos volver a mirarnos.
No, no puede ser verdad. Tan lejos y tan cerca. Dentro mío. Y en un instante se desvanecen los grises, el dolor, la muerte, el arrepentimiento, por lo que tantas veces no fue. Una suerte de razón. Se aleja el temor y el terror de lo sucesivo.
Y si sólo se trató de una ilusión depositada en vos, que así sea.
18 comentarios:
Jo.
Me estremece leerte.
Tanto dolor ahí todavía...
Besos.
Es un texto muy fuerte.
Pero aquello que no te mata, te hace mas fuerte.
Un abrazo.
Los abismos irrumpen cuando menos lo esperamos, cuando creemos estar en la cima del mundo y caemos, caemos al vacío preguntándonos por que nos toco a nosotros.
Si el amor significa no decir nunca lo siento, el perdón esta de mas,quizás puede que falle la razón o tal vez la intuición o las ganas de salir del abismo, por que salir se puede...
abrazzzusss
PD:
La magia en la que crees sustentara tus deseos para este año nuevo...feliz 2011
Hay la vida como cuesta a veces vivirla,... pero como dijo alguien mas arriba, "lo que no te mata te hace mas fuerte", los abismos y las situaciones adversas siempre estaran, lo mas importante es poder vencerlas, el poder darnos cuenta de tomar las decisiones correctas, la vida es asi y cuesta vivirla, pero es linda y se aprende bastante, para eso estamos para aprender y encontrar el arte que es vivirla...
Besos amiga y que estes bien
Janeth
Conozco esos lugares, los conozco bien. Pero se sale, como la historia de las dos ranitas que habían caído en un pozo con leche, una pronto se rindió y murió. La otro siguió pataleando y pataleando , sin rendirse, hasta que la leche se hizo crema y luego manteca. Entonce logró pisar fuerte y saltar del pozo hacia la vida.
Ahí en el centro mismo de tu alma está la clave. Amar no es necesitar. Y para no necesitar primero uno tiene que amarse a sí mismo mucho, curarSE las heridas, lamiéndose como hacen los lobos o los perros.
Un abrazo grande Rochis
UN BESO GRANDE Y UN MUY BUEN 2011!!! AMIGA
Hermoso texto. Realmente, tantos sentires me dejaron con la boca abierta. Me encanta tu forma, me encantó llegar aquí y descubrirte así, tan capaz de desnudar el alma.
Que este 2011 sea el momento de mirar siempre hacia adelante y de tomar decisiones correctas. Y si eso no sucede, de alcanzar la fuerza para aprender de los errores y no volver a cometerlos.
Que andes bien.
Gracias por la visita. Es un placer.
Un fuerte abrazo.
el dolor no pasa, pero se mitiga. un sincero apoyo y una sonrisa bella
:)
pasa, pasa, pasa que pasa... lentamente, ánimo bella
Ahora que estamos a principios de un año, de una década, de un día, de un instante, olvidamos que todos los días puede pasar algo y que no debemos dejar de observarlo.
habrá
que
saltar
el
abismo
(para que ya no duela)
(para poder volver)
besos*
Recuerdo que te leía cuando me fascinaba(a veces todo es pasado)leer a Zen.Mi pereza se a puesto eterna.Y hoy vuelvo a ti desde ti.No se si entiendas,pero me costaba tanto conocerte y adentrarme en tus letras...como que a veces lo dificl debería ser lo fascinante.Hoy estoy en eso.
Cuando dices:"No puedo perdonar tanto descuido",es lejos lo mas sensato.Una partida física o de las"otras" es agónico.
cariñoss!
Torito, es más reciente de lo que parece, y ademas reavivó viejos dolores, esos que hoy ya tenían razón de haber sido.
Gaucho, ¿alguna vez cesaremos de fortalecernos? además muy lejos de eso, al menos por ahora.
Onubius, cuánta verdad. Irrumpen y nos hacen olvidar todos aquellos momentos donde la cima parecía ser la meta después de tantos pesares. Y, va de nuevo, nos caemos. Yo todo lo aprendido en otras ocasiones pareciera no servir.
El perdón tenía más que ver con aclarar, porque si no hablaba de todo aquello por lo que yo me sentía culpable, no podía ya respirar...
Janeth, por lo visto siempre. Pero creame que en la mía no hay respiro. No hace tanto que nos conocemos, pero creame que no exagero. El tsunami es permanente. Me pregunto si alguna vez con lo aprendido lograremos usar la razón. El corazón no creo que sea un buen alumno...
Beatriz, lindídimo el ejemplo de las ranitas. Pero si yo le cuento que despues del pozo esta era la mantequilla, y hoy ya ni sé si fue verdad...
Sí lo puedo aplicar para otras causas que hoy por hoy también abisman.
¿Al amar no deberíamos necesitar al otro? mmm. ¿Y entonces para cuando el sentimiento recíproco, simultáneo? No caben dudas de que somos los únicos que terminaremos por curarnos las heridas...
La chica de la farmacia, me ha deleitado con su comentario. Gracias de verdad, y queda siempre invitada. No recuerdo como llegué a su casita, que adoré.
Qué no falten las fuerzas, la fe, las ganassss...
K, ¿y alguna vez nos tocará quedarnos, y que no tenga que pasar? que no tenga que doler, que no haya que mitigar, que toque vivirlo...
Almita, no sé imagina cuanto me llegó su comentario.
Gracias. Un gracias enorme. Se trata de eso, de saber que todo lo definitivo también muta. Y lo que hoy nos atormenta mañana puede ser un recuerdo.
Rayuela, hoy justamente me levanté pensando en eso, en volver. Me cuestioné adonde estaba antes de... y claro es casi imposible. Se trata seguramente de un regreso a un lugar que no conozco.
Bellota, ups y ud vino a ponerle nombres al asunto. No la recordaba de aquellos tiempos, que nostalgia tan presente, no se imagina cuanto. Ahora sí.
Debería ser esa la flecha verdad, me refiero a la que me marcas como la frase más sensata. Pasa que aún no es suficiente.
Rochis, te dejé un mensaje con unos datos que me pedías en los mosaiquitos. Besos y gracias.
Y no queda otra amiga, que lamerse las heridas y renacer!!! se que suena a palabras huecas, pero no amiga, creeme...es muy difícil, pero se puede.
precioso.
definitivamente para los desengaños no bastan ni los simbolos ni nada que explique las circusntancias.
todo se traduce en dolor, en soledad, impotencia, rabia...incredulidad.
Pero los horizontes permanecen a la espera...siempre.
entre a su sí vegetal,rochies,no tema*
(el comentario borrado era mío, no me había salido la letra cursiva, disculpe)
“Lo sucesivo”. Cuando te leo siempre hay cosas que tienen el rebote de un balón y acaban haciendo esas ondulaciones en el aire, de arriba abajo, cada vez más pequeñas, como dibujando escalones, luego terminan por rodar y alejarse, pero así.
[Estoy pintando las paredes del pabellón para este año, a ver, a ver]
Beatriz, ¿renacer para ponerse una coraza y no volver a creer?
Ya son muchas las veces.
Veronika, que esos horizontes no sean más de lo mismo. Más de lo mismo que tan bien dijo...
Rayuelita, entro y no salgo más :P
Pacientita, ondulaciones, dibujos, escalones...
Qué bien le sientan los fármacos ;)
Cómo me gustaría que se explaye ;)
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