De bitacoras ...

Será cuestión de asumir que los “yo puedo” (o no), “yo debo” (o no) siguen pesando más que el simple y sencillísimo hecho de "querer" o no...

¿Por qué? porque tal vez no se trate de un liso y llano “no quiero”, y sí de un “ni”, de una vacilación, de cierta disconformidad, incomodidad. Y, porque de última es más fácil, porque si no “deberíamos” explicar unos cuántos “because”...

Y eso la mayoría de las veces duele, puede doler, dolerle al otro. Y no da.

El jueves me encontró faxeándome a través de un justificativo médico, de manera tan real como imprevista. El yo debo (hoy) impidió extenderlo aún más.

Pesó e impidió, estar hoy allá (en Mdq) con ellos, porque ahí sí que my boss se hubiese no contentado un poco más “con il lavoro che c’era”, manipuló.

Por otra parte he reparado again en esa manía mía de dedicarme con ahínco, esmero y minuciosidad absoluta a algo, y casi casi en el salto final, cuando falta "nada": vacilar, dudar, ¿jugar? esquivar, ponele...

Onda morir en el intento, pero adrede ...

Pero fortunately verifiqué una vez más que mi capacidad de aprendizaje tiene más que ver con una cuestión de ósmosis y atención, que con el verbo “estudiar”.

Y así pasó y el resultado fue mejor que el resto de los otros...

Se casaba mi friendcita, mi friendcita V, y todo y fue algo así como que mi ojo tomó vida independiente y dijo “vos no podes, yo sí”.

Pero sí estaría y lo sabía, y nada lo hubiera impedido para abrazarla a ella. Porque desde que empezó a contar sus semanas, las que faltaban para el gran día gran, todo era tan lejano como irreal.

Pero el día llegó -como suele pasar- y sabés que, Flor? (ayer lo preguntaste) se dio sin maripositas en la panza, sin corridas ni ansiedades ni nada, capaz porque eras vos.

Y verla fue reconfirmar todo lo que Florecita ya era y ninguno de nosotros dudaba que sería. Sin demoras, más intimo que otras -ya- varias veces. Ya estaba ahí, arropadita en mi sillón.

Y fue todo muy lindo pero ni sorpresa eso causó porque era obvio que iba a ser así. Y con poquitas horas de sueño: olimos, y buscamos, y tocamos y respiramos ese San Telmo que ella nunca consiguió ni quiso olvidar, y que sí quiso que estuviésemos ahí como símbolo inicial.

Y Rochies a pesar de la estrategia levantada, muy embobaa' (dicen los testigos) volvió a estar impregnada de la música de los chicos G y necesarias charlas de aclaración, de roles, de posturas, de mutuas responsabilidades...

Y tal vez así debía ser, porque encima coincidió de casualidad con Flor y su paseo, y si coincidió, es porque seguramente debía ser así, y ahora que lo repienso: la única fotografía que habíamos pactado, premeditado “no pudo ser” ¿es porque así debía ser?

Hablo de la picture en "nuestro" pasaje, ahí donde por primera vez nos vimos.

Porque lo buscamos, pero tal vez no lo suficiente, y después nos perdimos entre objetos, músicas, vientos y tangos, y ahora que reflexiono about it, me doy cuenta de que ya lo charlamos ayer:

... “será que fue sólo lo que debía ser”? ... (no hablo de ahora, hablo de siempre)

... “será que solo fue lo que sí permitimos que fuese”...

... “será que solo será cuestión de fatalismo versus exitismo? ...

Es más cómodo que sea así, no habría de que ocuparse o preocuparse, y entonces casi seguro que ayer la vida / el destino / our petit prince bleu, y van... no estaban en ese pasaje, o que Rochies -una vez más- con sus puñitos apretados, eligió (o no pudo) soltar, una partecita de pasado...