Se trató de llegar a ella. Una urgencia repentina que invitó a desandar senderos que se bifurcan y convergen en un laberinto de agua y paredes de acantilados. Una idea clara que emerge de la profundidad.
Agua, olas, años, un cuarto propio, ese que toda mujer que desee ser letras debería poseer. Un espacio individual que la contenga y le permita volar a un pasado, donde detenida frente a una iglesia, imagine uno a uno los hombres que la construyeron. El perímetro antes de ella. El ayer antes de todo.
Las voces que se fueron por un mismo río. Los secretos de ese estanque. Ser nosotros, sin recortes.
Un diario de memorias que todo lo cuenta, el mismo que no debía llegar a manos de ningún hombre. Décadas de vida. De confesión incesante. Genuina, sin tamiz, tu verdad.
Un tren me llevó hasta los años. Alguien que atesoraba desde el 46 su descubrimiento, se desprende de él y llega a mí.
Recorro la avenida que nunca duerme en busca de "tus últimos actos", los que precedieron a la irrevocable convicción final. El río Ouse. El que te llevaría a ese nuevo mundo debajo de la turbiedad. Ese mismo río donde tantas memorias te hablaron, y donde el pensamiento se aclaró otras tantas.
Agua, olas, años, un cuarto propio, ese que toda mujer que desee ser letras debería poseer. Un espacio individual que la contenga y le permita volar a un pasado, donde detenida frente a una iglesia, imagine uno a uno los hombres que la construyeron. El perímetro antes de ella. El ayer antes de todo.
Las voces que se fueron por un mismo río. Los secretos de ese estanque. Ser nosotros, sin recortes.
Un diario de memorias que todo lo cuenta, el mismo que no debía llegar a manos de ningún hombre. Décadas de vida. De confesión incesante. Genuina, sin tamiz, tu verdad.
Un tren me llevó hasta los años. Alguien que atesoraba desde el 46 su descubrimiento, se desprende de él y llega a mí.
Recorro la avenida que nunca duerme en busca de "tus últimos actos", los que precedieron a la irrevocable convicción final. El río Ouse. El que te llevaría a ese nuevo mundo debajo de la turbiedad. Ese mismo río donde tantas memorias te hablaron, y donde el pensamiento se aclaró otras tantas.
15 comentarios:
Querida Rossina, me gustó el tono de tu texto, me habla de tu necesidad de evocar el pasado para encontrar orígenes, identidad. Te impresionó en Virginia, su honestidad y desenfado para escribir todo lo que le pasa, en sus diarios, sin filtro. ¡Qué envidia! Gracias por compartir tu escrito.
Bellísimo el Desandar ! Excelente mirada en pocas líneas.
Gracias, Rossina! Es muy hermoso.
Abrazo.
Q grande mi niña! cómo nos atrapa la soledad a veces
bs
Esta escritora es una gran "corredora de fondo" nos introduce en el interior para escudriñar el tiempo, que se va y nos deja el recuerdo, y el alma un tanto perdida en él..
Un gran texto de presentación y me alegro mucho de que sigas profundizando en estos escritores clásicos y eternos,Rochitas.
Mi gratitud y mi abrazo.
M.Jesús
Que tema la soledad.
A veces, un premio, a veces, un castigo.
Bien escrito, Rochi.
un abrazo.
Para llegar a ella. Surgiendo entonces de la profundidad del agua, como en sus libros, la reflexión como trama, emerger. Todo emerge de un punto y en ese mismo punto se ahoga, lo vio, lo supo, lo hizo. Cerró su propia novela.
Emocionante recorrido, Rochitas
El busear en el interior de uno mismo nos lleva a entender muchas de las cuestiones psicologicas que a veces atentan sobre nosotros mismos, este escrito sin duda es una mirada al interior con el afan de buscar encontrarse y discernirse para conocerse
Tu blog es ideal para narcotraficantes ya que tiras buenas líneas (?)
Mi rochis, el ayer y la soledad a veces son sorbos de una misma copa, y nosotros somos el vino que nos vamos añejando sin remedio. Me hizo reflexionar tu escrito de hoy, estupendo, amiga. besitos
Hola!! Perdon mi desaparición durante un mes!! queria darte las gracias por comentar mi publicación del pasado més, y comentarte que este texto tuyo me recordo ua frase que desde adolecente me rondo por la cabeza,¨usar el pasado como referencia para e presente pero no como condicionante para el futuro¨... se que es muy amplio a lo que se refiere, pero me llevo a eso de que el pasado puede ser un punto de partida pero que no necesariamente el camino que sigue tenga que tener algo que ver... pero eso es tan cierto como eso que se evoca en una de tus ultimas frases: ¨"tus últimos actos", los que precedieron a la irrevocable convicción final.¨
Tengo, mi Señora, una amiga que sufre lo que llaman un transtorno bipolar,... dicen que Virginia Woolf lo padecía.
A veces miro a mi amiga en su estado más depresivo,... y ni siquiera un viejo soldado como yo, es capaz de salvarla de su guerra. Otras veces la veo en su estado más exultante,... y ni siquiera un veterano de Flandes como yo, es capaz, ni con dinero, ni con la luz de ningún faro, de devolverle la paz de su propia habitación.
Gestos de impotencia variados.
quién es la mujer de la foto?
Por otra parte, que lindo texto, con respecto a lo que dice que necesitan las escritoras.
Será que hay una formula?
Jacinta, María Elena, y Cecilia, lo desandamos juntas.
K, la soledad de no pertenecer...
Ma Jesus, no sintroduce en el interior de todos y cada uno. Una suma de monólogos interiores.
Gracias, Gaucho.
Divino su comment, Pacientita.
Janeth, discenirla, conocerla, bucear en el interior de sus letras...
Tres bufones, thanks! y bienvenido.
Circe, ¿y hacia donde la llevó mi escrito? :o
Adrián, me gusta saber hasta donde puede conducir algo de lo que uno dice y como se refleja en el otro.
¿Leyó a Virginia?
Rodrigo, y ud completa mi escrito sin olvidar el faro...
Sí, así dicen que fue.
Bienvenido.
Mia, es su fórmula su consejo a toda mujer que desee ser letras. Un cuarto propio, Virginia Woolf.
Hola Rossina, un placer leerte, bellas letras, gracias por pasarte po mi casa que ya es la tuya, he regresado para quedarme,un placer estar aquí...pasa buena tarde, besos.
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