Bueno, a algunos ya se los conté aquí.
Se trata de otra de las historias preparadas para mis "tardes de letras palermitanas" de los miércoles, para las que intuyo se avecinan cambios ;)
Hoy por hoy ¿nada se pierde todo se transforma?, ¿Nada permanece estático?.
Un beso a todos
De verdades y de fines
Bastó con un descuido de él. Un correo electrónico abierto sumado a la curiosidad de Leticia que le impidió retroceder, detenerse. Intuyó que ahí estaría la clave de todo. Pero jamás hubiese estado emocionalmente preparada para resistir tanto. El futuro volvía a ser un abismo.
Un día, a la hora de almuerzo, empezó a llorar. No le explicó la razón a nadie. Ni ella sabía por qué lloraba ...
Odiaba que la viesen vulnerable. Detestaba flaquear. Después de todo nadie en su entorno laboral gozaba de su entera confianza.
Santiago tenía treinta y ocho años. Cuando él nació, su hermana ya existía, y el núcleo familiar más cercano estaba constituído por “hermana, madre, abuela, tía y prima”. Sus padres estaban separados y a decir verdad tampoco lo unía a él una buena relación. Pero a pesar de que empezó a cansarse de vivir sólo entre mujeres. Mujeres, mujeres, mujeres, desde temprana edad también y sin intervalo, tuvo novia. De “profesión novio”, lo llamaban sus amigos. Ocho años compartió con la primera, seis con la segunda -su gran amor-, Leticia no lo ignoraba, pero llevaban más de tres años juntos. El psiconálisis en el que ella tanto había insistido, lo había ayudado mucho. Era más que seguro que ya había superado aquella ruptura ...
Ese mediodía entre lágrimas que intentaba ocultar, tácitamente y de improviso intuyó el fin. Días atrás habían mantenido una larga charla. Una de esas tantas que a menudo suelen tener y que no hacen más que confirmar la cantidad de puntos en común que los mantienen unidos. Cuando ella propuso aquel encuentro, él respondió que no podía. Y ella, que tenía que ser ya. La urgencia no solía caracterizar a Leticia. Su apariencia tranquila, su comunicación siempre clara y correcta ...
Pisaba firme en la vida, nada la detenía. Cualquier obstáculo era un desafío y siempre parecía tener el dominio de cualquier situación.
No toleraba más la falta de proyecto común. No había siquiera indicios de una futura convivencia. Ella con más de treinta años, anhelaba formar una familia. Y a pesar de la aparente negativa de él siempre se había considerado capaz de hacerlo cambiar de idea.
Este verano tampoco viajarían. Impedimentos laborales de él. ¿Excusas? Hacía meses que sólo compartían los fines de semana.
Algo se quebraba. Algo parecía indicarle el fin.
Bastó con un descuido de él.
El, Santiago, nada omitía en aquella confesión a su mejor amigo, desde hacía años residiendo en Nueva York. Sus propias palabras reconocían en Leticia a una gran persona, a una excelente compañera, pero la casi irreversible posibilidad de sentir alguna vez amor por ella.
Las lágrimas cubrieron su rostro, sintió que se asfixiaba, creyó desmoronarse, el pecho comprimido y su certeza ahí plasmada. Su viejo fantasma cobraba forma. El antiguo amor de Santiago había reaparecido azarosamente en su vida, y él nuevamente planeaba apostarlo todo.
Se trata de otra de las historias preparadas para mis "tardes de letras palermitanas" de los miércoles, para las que intuyo se avecinan cambios ;)
Hoy por hoy ¿nada se pierde todo se transforma?, ¿Nada permanece estático?.
Un beso a todos
De verdades y de fines
Bastó con un descuido de él. Un correo electrónico abierto sumado a la curiosidad de Leticia que le impidió retroceder, detenerse. Intuyó que ahí estaría la clave de todo. Pero jamás hubiese estado emocionalmente preparada para resistir tanto. El futuro volvía a ser un abismo.
Un día, a la hora de almuerzo, empezó a llorar. No le explicó la razón a nadie. Ni ella sabía por qué lloraba ...
Odiaba que la viesen vulnerable. Detestaba flaquear. Después de todo nadie en su entorno laboral gozaba de su entera confianza.
Santiago tenía treinta y ocho años. Cuando él nació, su hermana ya existía, y el núcleo familiar más cercano estaba constituído por “hermana, madre, abuela, tía y prima”. Sus padres estaban separados y a decir verdad tampoco lo unía a él una buena relación. Pero a pesar de que empezó a cansarse de vivir sólo entre mujeres. Mujeres, mujeres, mujeres, desde temprana edad también y sin intervalo, tuvo novia. De “profesión novio”, lo llamaban sus amigos. Ocho años compartió con la primera, seis con la segunda -su gran amor-, Leticia no lo ignoraba, pero llevaban más de tres años juntos. El psiconálisis en el que ella tanto había insistido, lo había ayudado mucho. Era más que seguro que ya había superado aquella ruptura ...
Ese mediodía entre lágrimas que intentaba ocultar, tácitamente y de improviso intuyó el fin. Días atrás habían mantenido una larga charla. Una de esas tantas que a menudo suelen tener y que no hacen más que confirmar la cantidad de puntos en común que los mantienen unidos. Cuando ella propuso aquel encuentro, él respondió que no podía. Y ella, que tenía que ser ya. La urgencia no solía caracterizar a Leticia. Su apariencia tranquila, su comunicación siempre clara y correcta ...
Pisaba firme en la vida, nada la detenía. Cualquier obstáculo era un desafío y siempre parecía tener el dominio de cualquier situación.
No toleraba más la falta de proyecto común. No había siquiera indicios de una futura convivencia. Ella con más de treinta años, anhelaba formar una familia. Y a pesar de la aparente negativa de él siempre se había considerado capaz de hacerlo cambiar de idea.
Este verano tampoco viajarían. Impedimentos laborales de él. ¿Excusas? Hacía meses que sólo compartían los fines de semana.
Algo se quebraba. Algo parecía indicarle el fin.
Bastó con un descuido de él.
El, Santiago, nada omitía en aquella confesión a su mejor amigo, desde hacía años residiendo en Nueva York. Sus propias palabras reconocían en Leticia a una gran persona, a una excelente compañera, pero la casi irreversible posibilidad de sentir alguna vez amor por ella.
Las lágrimas cubrieron su rostro, sintió que se asfixiaba, creyó desmoronarse, el pecho comprimido y su certeza ahí plasmada. Su viejo fantasma cobraba forma. El antiguo amor de Santiago había reaparecido azarosamente en su vida, y él nuevamente planeaba apostarlo todo.
18 comentarios:
ROCHIS
YA SABES QUE OPINO DE ESTE CUENTO TUVE LA SUERTE DE LEERLO ANTES QUE FUESE PUBLICADO. MIS FELICITACIONES UNA HISTORIA ATRAPANTE. CUANTAS VECES SUCEDE QUE UNO QUIERE Y EL OTRO AMA. SIEMPRE ES MEJOR LA VERDAD ANTES QUE CUALQUIER INFIDELIDAD SIEMPRE ES MEJOR SABER LA VERDAD AUNQUE ESTA NOS DUELA. CON ELLA SOMOS LIBRES PARA ELEGIR SI SEGUIR COMO HASTA EL MOMENTO O DAR UN SALTO Y CAMBIAR.
SALUDOS
Y FUERZA PARA ESTA ETAPA QUE NOS ESPERA
Si.
Mejor dar la cara y asumir lo que ya no existe.
Besos.
A veces la verdad nos llega de la forma menos pensada... pero es mejor que nos llegue así de clara, que envuelta en confusas metáforas.
apapachos
Ahhh que feíto enterarse de esa forma. No hay que andar revisando el correo de nadie, el que busca lo que no debe encuentra lo que no quiere.
Que lindo quedó su dibujito, a quien está esperando paradita alli en la ventana?
Vasos y besos
Querida Rochitas, el amor es mas doloroso, en muchas ocasiones, que el propio desamor. Muchos hemos pasado por situaciones en las que hemos sido victimas o verdugos de ese sentimiento. El proceso siempre se repite. Siempre es igual... y la búsqueda continua.
Por que aun cuando se piense que se ha encontrado, lo que se andaba buscando, no sabemos si la otra parte lo considera asi.
¿Es una gran mentira, el amor?
Besos Roch
Me has recordado al relato "Los muertos" de Joyce, algo así decía allí. El descubrimiento es un tornillo que cae de la pared o una nota detrás de un cuadro, ay.
[Gracias por venir]
Hola, Rochitas, me gusta tu relato. Nadie le gusta escuchar verdades que atentan con nuestros sentimientos, me atrevo a afirmar que a veces preferirmos la incertidumbre de la mentira que la verdad contundente de no ser correspondidas, aunque en la teoría afirmemos lo contrario. A quien no le gusta vivir en la ilusión del amor en vez de que luego venga algo o alguien y la asesine? Creo que lo malo de mi género, son las benditas hormonas. Feliz Domingo, mi querida piba!!!
Me gusta la forma fluida en que esta escrito, y asi se lee. es comoo una soda en una tarde de sol. Un beso Rochitas y que tengas una feliz navidad
lo vuelvo a leer y me vuelve a doler.
Y es que es cierto de que ojos que nos ven corazón que no siente?
de qué se sorprende Leticia?
qué masocas somos algunas...
ya estoy de vuelta!
besos querida.
Qué bien contado, tanto que casi duele como propio.... un beso amiguita, la verdad que tenía ganas de volverla a encontrar.
un besote grande.
qué lindo el dibujo de Nancy!!! y tu expresión de alegría me encanta!!!!
LULITA, dar un salto y cambiar. Aquí no queda otra.
Gracias de nuevo por su opinión amiga que sabe que tanto me aporta.
Que este nuevo salto y cambio que daremos juntas sea el acertado ;)
TORITO, sip, pero duele igual. Y cuando se trata de desamor a veces más ;)
NANCY, ojalá la vida excluyese momentos tan dolorosos pero no es así. Estamos permanentemente expuestos.
¿Vio como elogian su dibujito?
ANY, la curiosidad de un correo abierto es muy difícil de evitar ...
Al futuro amiga, al futuro ...
CHINASKI, y podemos estar "durmiendo con el enemigo" o bien presos de una farsa.
¿Le parece que pueda tratarse de una mentira?
El amor y el desamor duelen proporcionalmente ...
PACIENTITA, no he leido el relato que me menciona, y ya lo estoy buscando.
Que buenas definiciones querida!
CIRCE, ud con esto lo dijo todo "la incertidumbre de la mentira que la verdad contundente de no ser correspondidas, aunque en la teoría afirmemos lo contrario" ;)
JAUD, GRACIAS, y menos mal que algo fluye fácil ;)
CAT'S, se sorprende de tanta verdad escrita y sin vueltas cuando sentía que en los años compartidos el la había llegado a amar ;)
CASS, y yo a Ud. Y bueno la idea por lo menos era que estuviese bien contado ...
La Heidi de Nancy es una dulzura, tanto como ella...
Mi querida niña, mi ultimo escrito, es mi forma de felicitar las navidades a todo el mundo. Es como me siento cada vez que estáis cerca, lo que me llevo y os doy, que sé que es poquito.
Testamento Navideños es para todos.
Soy poco navideña, en fin. Lo siento.
Te felicito por el escrito, hilas perfectamente la historia, que placer pasar siempre por tus maravillosas letras.
Mil Besos de Navidad
Me encantó el cuento y me ha gustado tener la oportunidad de descubrirte al pasar por mi rincón.
Gracias por visitarme.
Feliz Navidad.
Un beso y un susurro
Sí, exploraba barrios lejanos mientras la esperaba -era una chica-, me gusta llamarlo impaciencias, otros dirían universos o simplemente rumiaciones, qué sé yo.
Vine pensando que habrías publicado es extraño que la gente comente sin más, así que doblemente gracias por hacerlo.
Bueno, amiga, aquí tiene lo que buscaba: http://elcuartitodepensar.blogspot.com/2009/12/la-hora-del-te-un-cuento-de-sandra.html
y con dedicatoria personalizada a su persona.
Un abrazo.
Pues... adelante y a seguir, es mejor aceptar las cosas como vienen, asumirla y.... lo demas vendra rodado.
Triste y real escrito, besitos princesa y felices fiestas.
Deliciosamente escrito. Duele.
P.S.: ¡¡¡FELICES FIESTAS!!!
Te dejo un beso enorme.
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