Afinación diaria de la conciencia ...

..."Cuando ponemos atención, recibimos indicaciones del mundo que nos rodea, diciéndonos cual es el siguiente paso que debemos tomar, y aclarando nuestra responsabilidad en este mundo.
Hoy, ignora tu parloteo mental. En lugar de eso, pon atención a todo lo que te rodea. Deja que las otras cosas te hablen y te enseñen algo nuevo"...

Y me pregunto como ignorar tanto "ronroneo", "susurro", "tengo que", "debería", "y ahora que?" y fluir sin mayor meta que esa, la de fluir, sin rumbo definido, sin plan, sin el arcón de recuerdos, sin el zapping mental. Una suerte de barco sin timón que se deja llevar, sin apegos, sin falsas profecías, sin prisas, ni miedos ... y aún así sentir que estamos existiendo. Como si no todo debiera tener una razón. Como si no siempre fuese necesaria la meta, la huella.
Como si muchos instantes pudiesen pasar desapercibidos y no con esa necesidad imperiosa de que todo camino recorrido tenga un gran porque, un verdadero mensaje.
Quiero decir que la banalidad debe tener mucho de entretiempo. Pasa que en ese mismo intervalo es donde nos inundan los recuerdos de todos esos minutos, horas, tal vez "un día" que si nos han dejado marcados para siempre, donde en lugar de espectadores o grandes pensadores nos sentimos verdaderos protagonistas.
¿No vivimos acaso en un gran teatro, plagado de escenografías? secuencias? donde queramos o no se ruedan escenas, con o sin guión previo? porque también existe la improvisación, esa suerte de barco sin timón que nos conduce queramos o no a algún destino.
Y justamente hace un par de días me sugirieron desprenderme de "mi caleuche" ese que con tanta insistencia logré me tallasen allá, in my favourite place in the world ...