Una vez tres días cambiaron una vida.
Una vez ese mismo mar fue el testigo,
cuando todo era abismo.
Sin embargo el salto trajo muchos mañanas,
infinidad de días...
Volver a los lugares siempre trae recuerdos.
¿Cómo estar en el hoy, con tanto ayer?
¿Cómo desde este hoy, reparar lo irreparable?
Retrotraerse también a ayeres no tan lejanos,
cuando aún vos tomabas mi mano:
“nunca un fuerte apache”,
esa es mi hermanita.
Estoy a un día del día que se dijo basta,
del "gracias, perdón, y no me odies”.
Una vez dos días significaron tanto,
y sin embargo.
También había ayeres pegados.
¿Acaso es menos turbio el recuerdo,
que el instante mismo?
¿Se le quita el aliento, el palpitar, el sentir exacto?
Hoy se lucha con el mientras tanto.
Alguien habló de paréntesis,
así solía denominarlos...