Casualidades y causalidades

Existen las casualidades, las causalidades, contestarían muchos al unísono.

Salida de la burbuja que me encierra ocho horitas a day decido tomar "los must con onda" -como recomendó Mr. York- y tras brevísima parada técnica (danger, cuando vuelvo a casa es cuando más peligra volver a salir) derechito al talk time francés (good idea no tomarme el día ya que mis friends concurrentes al asunto por mi propia iniciativa fueron, y hoy estarían reclamando)

Estuvo bueno, topic seleccionado: "Le regard des autres" (alguien vio la peli "el gusto de los otros"? El que no la vio véala ya) y bueno se habló mucho de eso y como yo para divagar o a partir de una frase inicial escribir una monografía -no tengo aparentemente problema-se arribó a demasiadas conclusiones que nada que ver con el temita inicial. Obviamente Rochie cooperó para que ello ocurra, será por su vieja virtud de la que habla siempre su hermano (no brothercito, el otro) ..."Vos boluda! chorizos con velocidad!"... porque ponele para él, tenés que avisar para "cambiar la página".

Bueno, pero estábamos en la casualidades o en la causalidad. At home regresé más tarde de lo que hubiese querido, ya que el caos del depto a partir de la inútil búsqueda de la billetera, ameritaba regresar más temprano, pero no.

Esto me altera, si bien muchas veces vivo en el desorden, no elijo el desorden, y mi estado mental es igualmente proporcional al estado de "la maison de Rochie", aunque otras muchas veces los "have to" hayan superado mi necesidad de orden.

Pues el tema, el punto, es otro. En medio del caos cayó un viejo diario, diario que sin vacilación, me colgué leyendo hasta altas horas de la madrugada.

Otra que el libro "Días cruciales" de mi adorado y siempre bien ponderado Michael Cunningham. No, el bookcito de la vida de Rochies en la mitad de los noventa. Obviamente mucho más oportuno, o tal vez más productivo que lo que pueden ser para nuestras vidas los bookcitos de otros...

El último relato tiene fecha 29 de agosto del noventa y cuatro (Antu, mirá que fecha (recién caigo) anoche no caí)

Y se me dio por seguirlo, sí, anoche, 7 de agosto del dos mil siete.

Que este bookcito estuviese aún conmigo es tan probable como nothing. Me mudé demasiadas veces, obviamente no ha estado conmigo en los años convividos con C.

Ni en las patagonias, ni capaz en mi otro depto (del que salí escapando gracias a mi ex vecino)... so, más bizarra aún su aparición, y why ahora, tal vez como tantas otras veces por absolutamente nada, igual creo que eso está aún por descubrirse, tal vez continuando con la lectura.

Los relatos altamente posteables, pero monotemáticos a la enésima (gracias a una historia sin comienzo pero también sin fin que aún hoy tiene "su" peso) y una vez más pude sorprenderme de esa tan poco común madurez para aquella cortita edad y como hace un tiempito le escuché decir a ella, ganas, muchas ganas, de tener una larga charla con aquella Rochie chiquita.