Historia de un placarcito

El otro día a modo de festejo por la cancelación total y definitiva de uno de los préstamos obtenidos cuando "j'ai craqué mes cartes credits", o sea cuando reventé mis dos tarjetas, me dio un cierto "toquesao" energético de decirme ponele, premiate con algo, dale, ya que no hubo ni sandwichitos de ananá, ni ananá fizz, ni moet con el y ella; dale buscate algo que te guste y zas, hacelo tuyo.

El problem was todo lo que encontré y quise hacer mío (a falta de)

"YtriO", donde hace un mes pagué un tapadito levita doscientos veinticinco, los liquida hoy a ciento veinte. 

Los pantaloncitos re chupines y de absoluta media estación, a cuarenta y cinco; la mejor mini de la historia obvio de jeen (después de mi bien ponderada y fiel mini de zara) ochenta, y bueno, así me llevé varias cositas con cero culpa.

Pero la rotatium continuó y continuó por negocitos que corresponden a mi absoluto y total punto débil (los de decoración) y veo algo que me enamora a primera vista.

Placarcito de madera rústico (cuarenta cm de altura about) antiguo, una preciosidad, un flash, "mai visto, mai sentito", dirían los tanos.

Rochie pregunta "how much does it cost?" y le responden doscientos noventa y cinco. Quiero aclarar que Rochie lo meditó y empezó a flashear con que capaz seis cuotitas de cincuenta, serían no tan dinamitantes de su presupuesto para "TOC cositas", pero se fue, se fue thinking about it, como una persona adulta que aún no llega a lograr ser.

Rochie se enamoró y cuando Rochie se enamora es apegada, medio obsesiva, celosa y asfixiante y así volvió y así lo iba a ser si el placarcito no terminaba por ser suyo. Dos días más tarde decide entonces volver y así como si nada, como si fuese la primera vez que entraba "how much does it cost?", ciento cincuenta pesos. Rochie trata de evitar su cara de sorpresa por miedo a que se percatasen del error, se hace la que duda y duda, hasta que encuentra una marquita en la madera y la realza y el gordito simpaticón que ya para ese entonces quería hacerle propuesta indecente a Rochie (lo juro) le pregunta "¿te puedo preguntar para qué los querés?, porque me intriga..." y si me contestas algo que me conforme -y por la marquita que efectivamente tiene- te lo dejo en ciento veinte"...

Naah! Rochie casi muere colapsada de la emoción, pero intentó por todos los medios disimularlo y salió de ahí con su placarcito, muy emocionada no sólo por el placarcito, sino por la primer historia de prorrateo de su vida. Porque, sépanlo, ella todo lo ha pagado siempre, más de lo que cuesta.