Subimos al departamento.
Desde las ventanas se veía la Plaza San Martín. Mi plaza. Donde
me paseaban cuando era bebé. La misma donde habíamos estado sentados con
él, hacía algunas horas.
La ciudad continuaba como
detenida. El ritmo no era el de siempre.
Mejor dicho, el ritmo al
que yo estaba acostumbrada, no era el de siempre. Y seguía teniendo la
sensación de una música paralela a los hechos. Nunca antes me había ocurrido...
Fani era una mujer
encantadora.
Al rato de haber llegado
me había mostrado toda la casa, y me dijo por lo bajo, que había tenido suerte
en que madre no estuviera.
No hubiese entendido la
visita, aclaró.
-¿En qué año estamos? -
le pregunté.
-¿Me lo dice en
serio?
-En 1970.
-Aha.
-¿Usted qué edad tiene?
-Tengo, tenía, cuarenta y
tres, pero en el 2014. No me haga caso. Escribo, y mi imaginación suele ser
frondosa.
Él se acercó a oír la
conversación.
-¿Y? - preguntó. ¿Ha
podido corroborar que faltan cuarenta y cuatro años para el 2014?
-A propósito querida,
parece mucho más joven de la edad que dice tener, agregó Fani.
-Usted es muy gentil.
Beppo jugaba en su falda,
mientras ambos saboreábamos el rico té servido por Fani.
-Perdón que sea insistente,
¿Pero qué piensa hacer? Me dice que su casa es aquí a dos cuadras, pero dudo de
que exista.
-Si quiere vamos y lo
corroboramos, aunque preferiría continuar en agosto de 1970 y conocer Adrogué de
su mano. La Pulpería Santa Rita, donde la crítica dice que usted
escribió "El Sur".
-Lo escribí en una pulpería, pero me gustaría ver si se trata de la misma. Pueden estar falseando
información.
-Amo esa historia, Maestro. Sobre todo su comentario sobre "Las mil y una
noches", en la escena del viaje en tren.
-¿Por qué esa y no otra?
-Porque me sentí aludida.
Muchas veces siento, que zambullidos en un libro dejamos pasar la vida de
largo. Y usted, en ese momento, elige cerrar el libro.
-Si no le molesta, pido
un auto, pasamos por la puerta de su casa, me muestra donde vive, y seguimos
camino a "Las Delicias".
-Yo le propongo que
atravesemos la plaza caminando. No son más de doscientos metros.
4 comentarios:
Que dialogos tan interesantes.
Además de gentil te quiere seducir.
Besos.
Precioso retorno al pasado...Realmente sorprendente esta historia y estos encuentros,amiga...Quíen sabe si a veces no estaremos viviendo en varios mundos a la vez...Lo cierto es que nuestro espíritu a veces parece desdoblarse y ser consciente de que sobrevuela la realidad y el tiempo...Mi felicitación y mi abrazo por tus interesantes posts, Rochis.
M.Jesús
La historia sigue su ritmo entrañable.
De admiración y curiosidad por parte de ambos
Besos
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