Una mañana muy temprano, la otra pasó a buscarlo. Le había conseguido una entrevista en el Sanatorio San Carlos. El hospital zonal no pagaba hacía meses. Urgía otro ingreso y ella no lo ignoraba. Sabía cómo y dónde buscarlo y encontrarlo.
Ella se quedó en la casa sin poder conciliar nuevamente el sueño. Bajó a la cocina, se hizo unos mates, encendió uno y otro cigarrillo sin parar.
No regresaban.
Tomó por primera vez la tijera entre su manos. Lo hizo cubriéndola con un paño, intentando no dejar sus huellas. Luego la enterraría cerca del cerro, en alguna de sus múltiples caminatas matinales.
Esa mujer era la encargada de robarle toda su energía. Hacía peligrar su pareja, por la que todo había dado.
A ella no la había encarcelado nunca. Se la veía bien independiente y decidida. No era Claudio el que tomaba el mando de ese vínculo.
A ella no la había encarcelado nunca. Se la veía bien independiente y decidida. No era Claudio el que tomaba el mando de ese vínculo.
¿Por qué con ella había actuado siempre así?
Estar con él era perder toda libertad y más adelante se le sumaría llevar un crimen en su conciencia.
Los imaginaba haciendo el amor, o besándose, y no por la fuerza. No podía parar de pensar en que hacía ya cuatro horas que estaban juntos y a solas con la excusa de la entrevista. Su psiquis estaba perdida. No cesaba de imaginar distintas situaciones. Esa mujer se había convertido en su obsesión.
Comenzó a juntar sus cosas. El bolso estaba armado para cuando él llegó.
Él le rogó que recapacitase. Le pidió nuevamente tiempo. Esta vez ella sabía que no viajar, le significaba perder el dinero de la conciliación, por la que debía estar en Buenos Aires en no más de dos días. Había jugado demasiado con los tiempos y recibía la presión de su abogado diariamente. Sabía que dejarlo solo era un peligro para la relación. Temía volver y encontrar la casa ocupada por la otra.
Quizás pisar la ciudad la haría recapacitar y olvidarlo todo.
Quizás pisar la ciudad la haría recapacitar y olvidarlo todo.
6 comentarios:
Ya he visto que es una historia pasional entre tres...El tiene sangre fía y sabe mentir...Ufff, amiga, qué temple tienes al escribir esta historia.Sabes mantener el suspense muy bien..
Te dejo mi felicitación y mi abrazo, amiga.
Feliz domingo, Rochitas.
M.Jesús
Te dejé un mail con mis teléfonos. Un beso
Cada vez se pone peor. Para los personajes.
Suma suspenso a la historia.
Que recapituleeeeeeeeeeee!!!!!
Besos.
A medida que avanza la historia, cada personaje deja más clara su posición. Imagino que habrá un punto de inflexión cuando la "ella" narradora tome su decisión pero, puesto que lo que sería su liberación, sería también su martirio, o le daba su propia medicina (al cara dura) o les ayudaba a hacer un viaje astral de los de no volver.
Al fin y al cabo es ficción.
Besos
Cuando entra un tercero a una relación en la mayoria de los casos es imposible una conciliación.
Saludos
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