Solo iba a visitarme cada
tanto mi jefe, un psicólogo colega del despacho, mi tía, mi madre y mi hermano.
Sí, el mismo que decidió mi destino esta vez. No autorizaban a entrar a ninguno de mis
amigos.
Yo, Den, te cuento mi
verdad...
En este tipo de lugares
se crean grandes amistades que se juran eternas, es como una especie de "Gran
Hermano".
Solo se espera la hora de
comer y de fumar. Aunque no fumes.
Las charlas son con el
alma en la mano. Todos se sienten compartiendo el mismo karma.
Solo al salir cobrás
consciencia de toda la medicación que te inyectaron o te dieron con cuchara
por la fuerza.
Ahí dentro, estás como en
una nube. Irreconocible.
No pude viajar a fin de
año a Uruguay como tenía planeado y hasta muchísimo tiempo
después, no pude viajar más. Se repitió la historia.
Los médicos externos no
eran capaces de reducirme los medicamentos.
Al entrar a casa, tenía
ataques de ansiedad, excepto que se tratase de la hora de por fin ir a dormir.
Lo que ni en mi peor
pesadilla tampoco imaginé, era que no iba a poder continuar con ustedes cuando
empezase el año.
Todos me vieron muy
cansada. Lo estaba...
Lo que te dan para tomar
es dinamita y no por eso te quita el problema.
Cuando algo no funciona,
te lo cambian por otra cosa similar similar, por un fármaco gemelo que viene a sumarte sus
propias acciones colaterales y contraindicaciones.
En muchos casos te
convertís en un robot.
Pensé que la carrera me
iba a distraer...
Adentro leí La
Odisea y La Eneida. Tan mal no estaba...
Nunca pensé que afuera no
iba a poder hacerlo, que en lugar de avanzar iba a retroceder.
Ya no recuerdo cuánto
tiempo logré estar con ustedes. ¿Sabés? cada día que pasaba creía que iba a ser
el último.
En un momento me di
cuenta que no solo no podía con la materia de Rodrigo, tan mal dada como
siempre, sino que no podía con los libros enormes de Latín, ni que
jamás iba a entender Griego con la profe favorita de Giza.
Paradójicamente,
intentaron convencerme de que me quede, gente que jamás imaginé.
Habían cambiado tanto las
cosas. El lugar parecía otro...
La noche anterior al caos
la pasé hablando con Luge, ahí fue cuando decidimos no presentarnos el siete de
diciembre y preparar Comunicación para el veinte. No hubiera
querido dejarte sola, habíamos hecho un pacto que no pude cumplir.
Cuando empezó la cursada,
estaba con muchas expectativas. Sin embargo, no anduvieron bien las cosas.
Creo que también extrañé
mucho al ariano desapegado de Matías. Nunca más nos volvimos a ver.
Igual lo quiero.
El año pasado lo volví a
intentar. Hace poquito te conté que no me había sentido cómoda y decidí dejar.
No pude sentir que ese era mi lugar. Comparaba todo: los profesores, los
compañeros, las materias... No estaban ustedes.
Elegí un par de cursos y
así empezaron a nacer algunos libros que no sé si finalmente publicaré.
Este es el tercero. Al
primero lo bauticé "Km 5", después nació "Charlas con
Borges", y ahora intento como dijo mi psicóloga y yo no terminé de
entender: decir todo, aquí, en "La doble identidad".
No es fácil decir todo.
Uno se vulnera.
Yo en mi caso no quiero
la pena de nadie, solo dejar sentada mi historia desde donde creí que tenía que
partir, desde el día que me avisan de la muerte de mi hermano mayor.
Hoy estás rindiendo una
de tus últimas materias...
Qué rápido pasaron estos
cuatro años pero cuántas cosas sucedieron también.
En mi caso, demasiadas, y
te lo quería contar...
Cuando fui libre
nuevamente, me empezó a suceder que no sabía qué hacer con el tiempo. La abulia
fue inconmensurable.
Eso se incrementó cuando
no nos vimos más cada tarde, donde siempre había tanto por hacer.
Mis días se llenaron de
horas infinitas.
Me costó muchísimo volver
a trabajar, y luego esa fue mi única actividad durante mucho tiempo.
4 comentarios:
No me das pena.
Yo te admiro.
Besos.
Me acuerdo de esas clases sobre la Eneida, luego haces ese juego tan de espejos, tan borgiano y cervantino de hablar del libro en el propio libro...me encanta. Ya puedo seguir leyendo aquí.
Gracias, Toris. Gracias de verdad. Y además por tu presencia constante.
Mario, qué bueno. Lo extrañaba horrores.
Abrazos para los dos, Rochies
Rochies, impresionante...cuántas vidas vivimos en una misma vida...Cuántas personas conocemos, que nos hacen bien y también nos prueban...Tus letras te salvan, te impulsan y te renuevan,amiga...He tratado de seguir tu historia, me he pasado algunas cosas, pero me ha encantado esa espontaneidad entrañable, que has esparcido en cada post...
Mi abrazo grande para ti y para Rosina...(sonrío)
M.Jesús
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