Y son huellas; en la memoria y en el corazón. Lacrados.
Dejan cicatriz. No se regresa al anterior estado.
Y pienso en Agüero y todo ese grupo de gente con tanta historia común, y sin embargo tan ajenos.
Cuando tocaba mirar el ayer por una ventana y llorar pasados. En vos, Daniel.
Esmeralda y Viamonte, nunca nunca más podré dejar de escribirte y de contarte lo feliz que fui, a pesar del fin. Los dos mejores años en muchos, entre esas paredes de donde me robaron, adonde no pude llegar aquel seis de diciembre.Y hoy toca sentirme y sentirte, y llorarte...casi sin fin. Porque no habrá regreso y sí añoranza.
Y floté el ayer en una punta en el este y los naranjas me colmaron la mirada y los poemas llenaron el corazón.
Donde nací. Donde me juré volver: Arenales. Donde aún a pesar de tantos años transcurridos el sueño no se ha cumplido.
Suipacha y los conejitos cortazarianos, que me son imposibles de no pensar al transitarte. Ese cuento que marcó tantos inicios...
La Spezia en aquel año 2000 que vaticinaba muchos regresos y no fue así. Monterosso y Vernazza. Los colores de esa luz.
Y tus palabras Isa, en aquel tren en la Bourgogne. Y cuanto intentabas ayudarme en que pusiese fin. Y sin embargo no pude y fue ese el año clave. Un hijo que nos separaría para siempre...Aún lo ignoraba.
Hubo muchos trenes al oeste para encontrar el sol, Máximo de mi corazón. Y tus muchos "me hacés falta".
Tantas tardes de domingo con saxos hechos tango. Hoy ya sos feliz. Sin mí.
Las sales del este, del aire, del sol. Cantidades de papel en libros montevideanos. Tanta sincronicidad. Tanta alegría de por fin tenerte. Un sueño realizado.
3 comentarios:
es de una sensibilidad contagiosa. Nostalgia y aquí, cosas que el camino se lleva y los vericuetos de esta autopista que traen o parecen traer, porque nunca será el mismo aunque lo sea. Belleza.
Holaaaaaaa
Igual que siempre.
Compartiendo trocitos de ti.
:)
Besos.
Recuerdos que vuelven, añoranza y cierto sabor amargo que desaparecerá. Tiempo.
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