Crece, decrece. Impera, disminuye, ataca, da tregua. Quién era yo.
Pasos a la deriva, huellas con meta prefijada.
Tormento, reparo. Velocidad, lentitud.
Un infinito que abisma; retrotrae.
Cómo olvidarlos. Permanecerán en mí.
Dejaré lavar todas aquellas lágrimas vanas, todos aquellos recuerdos impertinentes. Los que asoman sin ser llamados, los que desvían del momento mismo.
Hacia dónde vamos. De dónde venimos. ¿Por qué? ¿Para qué? Preguntas que arremeten silenciosas, insolentes. La omnipotencia las resguarda. El haber hecho tanto. Porque fue mucho e inmerecido. Porque lo sigue siendo y no libera. Porque los minutos avanzan o se detienen; infinitos.
Porque urge lo mismo que impide. Porque resta el tiempo que a la vez falta. Porque fuimos y seremos y la ambivalencia domina.
Quererte. Recuperarte. Aliarme a vos. Como era antes, como debió ser siempre. Como nunca debió dejar de ser.
23 de noviembre de 2013
Vai vén
Publicado por Rochies en 23.11.13
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1 comentarios:
Creo que es el mejor de los textos que te he leído.
Me descubro
Destila fuerza, rabia y dolor con una ejecución impecable
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