18 de octubre de 2013

De soledades

Nadie está más solo que aun cuando se encuentra entre las más mayoritarias compañías; las que acercan; las que nos alejan de nosotros mismos.
Nadie está más acompañado que cuando se encuentra totalmente solo, avocado a sí, navegando en el interior de cada uno, sin escollos, en equilibrio.
Nadie está solo nunca; rodeado de pasados e imágenes circulares, de presentes continuos, de velocidades y abismos.
Sin embargo, cuánto cuesta lograr la comunión entre el yo y los otros: ¿Quién soy yo? ¿Quién sos vos? ¿Quiénes fueron o serán ellos? ¿Quiénes te piensan? ¿Quiénes te sueñan? en este instante mismo...

5 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Es dificil la soledad entre multitudes.

Mario Gómez dijo...

Yo de esto no se nada...o prefiero no opinar, tan sólo dejarme llevar por esas preguntas finales, por las respuestas ilimitadas que podría buscar, en ese instante en que todo es posible.

Insisto... dijo...

Claro!esa sincronía de saber a que hora te piensan y a que hora no.También aplica,ciertuu?

cariñuuuussss!

Circe La Hechicera dijo...

Mi querida rochies, tanto tiempo, aqui de nuevo, de soledades, a veces tanta, a veces la necesaria, la gran soledad, cuando somos incomprendidos, que desolados nos sentimos, besitossss

H. Chinaski dijo...

Comparto al 100% tu reflexión.
La soledad que más duele es la que se sufre en compañía

 
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