10 de junio de 2013

Ambiguedades

A todo o nada. Blanco y negro. Implorando por la gama de grises lejos de los límites. Por salidas de claridad  resplandor y cantares.
Paz, caos. Miedo, alegría. Sanación.
Manos que cooperan. Luz brillante. Sin vaguedad. Sin confusión.
Y llegar hasta ahí, donde empieza el trayecto más luminoso. El que convertía los grises en naranja y el andar impedía el desdoblamiento al alcanzar la otra orilla. Sin pesadumbre. ni retiros, ni añoranzas. Porque la hay, aunque solo se trate de un desvío en el camino que soñaba prefijado. Porque costó y cuanto,
Por un mar de sales, por el andar que sana. Por la luz aunque breve. Por la paz.

6 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La vida tiene más sentido -quizás- por sus sutilezas, por sus infinitas variantes, aunque en ese transitar se deba resignar certezas en pos de un cúmulo de ambigüedades.
Un abrazo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

La imagen, tanto la foto como la descripción, muestra lo absurdo de la pretensión de blanco o negro.
Concuerdo con Neogémimis.

Mario Gómez dijo...

Veo que usted también es partidaria de caminar. Hay que resaltar la luz que es el escenario a veces invisible y sin embargo fundamental de esos andares, como si cada paso sostuviera un color, una variación, quizás un sentimiento que se apaga.

Javier F. Noya dijo...

Por el andar que sana, el que hace camino como ha sentenciado Machado. Por la paz y la vida. si ha llegado allí, el color se hace presente. Besos.

Rochies dijo...

Gracias infinitas a los cuatro. Y si Mario andar me libera tanto como escribir.

Santums dijo...

Me gusta, muy profunda, tanto que no se sí la llegué a entender muy bien, pero es verdad que la felicidad son sólo momentos. Hay que aprender a adaptarse incluso a los grises más profundos.

 
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