25 de enero de 2012

Malogrado

Burlas. El destino se mofa en la cara. Y fue después de una y mil veces, volver a confiar, porque propensos a creer que no queda saldo, a la larga resta. Oscilamos; volvemos a caer presos de la utopía; profesamos en medio de los avatares, de la suma de dolores, de la cantidad de veces que tocó perder.
Y fue de un modo nuevo, de manera distinta; fue mirarte y confiar, fiarse, entregarse. Desarmados.
Y fue pensar que sí. Que tu verdad no dolía porque eras mi sí y yo el tuyo, con lo que tocase al devenir. Y el roce, la fricción, la caricia. Sin pavor; no sin alarmas. Sin reticencias.
Un semáforo en rojo baraja las últimas cartas en juego.
La causalidad versus el azar desmedido. Palabras sin tamiz, anestesian.
Ignorar su tenor te vuelve impune.
Emigra creer. Obliga desplazarse del centro de acción. Abrazan el destierro, la añoranza, porque si acaso por esta vez era cierto; abandonarse en la ilusión, lo sustantivo fue más breve que el pesar y la pena. Y pesará tu ausencia. Y faltará tu voz. La distancia será nuevamente abismo y precipicio; los segundos, horas. Los días, meses.
Sumirse a ultranza.

22 comentarios:

Escribir es seducir dijo...

No siempre lejos físicamente quiere decir lejos espiritualmente. Muchas veces las distancias nos acercan. Y ¿por qué no confiar? Sí, una y mil veces más. Nunca está todo dicho, Nunca un adiós es definitivo, se puede transformar en un hasta luego. Alejarse propone cambios y dispone vida nueva. El espacio que sucederá, puede atormentar el presente inmediato y convertirse en un futuro prospero. Y una vez más decir sí, confío, espero, acepto el juego. Porque todo es un revoltijo y lo que era perfecto se convirtió en irreal, y lo que puede parecer hoy, el partimiento del alma, puede augurar un desenlace soñado. Confiar, sí, confiar. Confiar en que hay almas que no se pueden separar una vez que se conocen, que hay adioses más fuertes que la permanencia inerte. Y cuando uno se quiere dar cuenta... todo vuelve a la normalidad

silvia zappia dijo...

exiliarse de.


besos, rochies*

Patito dijo...

Lo sustantivo fue más breve que el pesar y la pena...

Yo conozco ese sentimiento pero si me dicen que hay que retroceder y borrar lo que pasó porque luego viene el inevitable adiós yo digo que no, que me quedo con ese recuerdo porque es bueno y porque es mío.

Un abrazo.

Beatriz dijo...

La fragilidad del presente, está regido por un reloj implacable que merca el tiempo final del ahora. El recuerdo es acaso tan fiel que nos acompaña hasta cuando nos exilian. Y a veces también el olvido se alía con nosotros para devolvernos la capacidad de volver a empezar.

Un beso

Y por que tú me lo has pedido te regalo el relato de aquel libro que amé, si que amé, y que el olvido de su lectura, inexplicable, es la fuerza que hace que hoy lo recuerde. Me recuerde.
Va por ti -

El Gaucho Santillán dijo...

A veces, hay que retroceder para tomar carrera.

Bello aunque triste texto.

Un abrazo.

VeroniKa dijo...

que nooo cabezona!!! ;)


el mundo avanza y sigue "a pesar de nosotros..."

El Poeta Maldito dijo...

La ausencia y esas huellas que adoramos de alguna manera.

Saludos.

Janeth dijo...

Se tiende a percibir de forma magnificada los atributos o cualidades de la pareja, y los defectos permanecen más ocultos.

días intensos dijo...

El exilio es sólo para aquellos que no encuentran la paz y la libertad en su propio corazón.
Un abrazo.

MAJECARMU dijo...

Rochitas,gracias por tu visita,amiga...A veces hemos de vivir intensamente,sin esperar nada,sólo respirar el sol y la lluvia y sentirnos vivos.La vida nos trae lo que necesitamos aprender y asimilar...¿porque nos empeñamos en lo que no ha de ser...?
La mente nos ilusiona,nos prueba y nos traiciona,quizá hemos de dejar las expectativas y vivir cada instante.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu creatividad y amor a las letras,amiga.
FELIZ FIN DE SEMANA.
M.Jesús

TORO SALVAJE dijo...

Que no te duela.
Eso es lo que quiero.

Besos.

Cecy dijo...

El pesar de la ausencia siempre parece mas tardía que el momento de gracias que se esta viviendo, e inevitablemente en grandes cosas el valor es el mismo, pero no la tolerancia, nada se puede hacer cuando el proceso transcurre: perdón si hay algo que hacer, sacarlo afuera para que alivie.

Un abrazo, lindo encuentro:)

Humberto Dib dijo...

A veces pienso que en realidad todo tiene un toque de malogrado, el encuentro perfecto sería terriblemente desilusionante... Bueno, tampoco hay que instalarse en el dolor.
Un beso.
HD

Jordim dijo...

a veces se está muy lejos estando muy cerca, como muchas familias..

Lo Siento por Interrumpir dijo...

Estar lejos te obliga a abrazar el destierro, pero también a descubrirte.

Adrian dijo...

Con el semáforo en rojo a veces nos urge cruzar... las palabras a veces son un puente en la distancia, pero muy de cerca a veces te pueden alejar... El adiós es solo definitivo en nuestras mentes hasta que deja de serlo, tal como lo tangible se vuelve un sueño difícil de alcanzar...

Señorita después de un tiempo solo componiendo música sin escribir una sola letra he vuelto aquí para saludarla y volver a felicitarla por tanta letra bien puesta en su lugar!!

Javier F. Noya dijo...

Recordé con tu texto la película "Las Horas". Y eso de "emigra creer" es magnífico. Texto que deja en el borde, y si se siente vértigo...qeu con esa nostalgia, esa melancolía se fermenta... Besos.

Alelí dijo...

librarnos al presente es lo más desafiante y lo más incómodo que viví en mi vida pero tb, claro, lo más gratificante (?)-

cuando somos sí, y tenemos pasado es algo raro pero digno de vivir, no?

Daniel Os dijo...

Sostengo el plan doloroso de instalarse en el dolor y vivirlo a pleno como si fuera un goce. A no perderse ni un detalle de cómo se entró en él, cómo se lo vive, cómo se sale y a tomar nota de cuánto se ha aprendido.

Es una graduación para el corazón, la vez siguiente nos encuentra más sólidos, más enteros, más experimentados… más maduros.

Un beso,
D.

Cris dijo...

Es tan sentido... y tiene la capacidad de dejarse sentir al entretejerse en las palabras... te veo entre Cortazar y alguna pluma menos nítida pero sin filtros de piel ni corazón... Cris Perez

Insisto... dijo...

La ausencia agota y desgana.Por suerte no tengo paciencia y abro una ventana curiosa que me haga olvidar un esquivo amor:D
Cariñuuuus!

José A. García dijo...

Repetirse es el karma del hombre, de otro modo no sabría que vive. Suponiendo, claro, que viva de algún modo...

Saludos

J.

 
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