19 de febrero de 2010

Una vez en la vida


-Hola, soy Anna
Me quedé callado. Ahora sabía que en mi vida había un final y un principio. Lo que ignoraba era adónde me llevaría ese principio.
-¿Dónde estás? Vete a casa. Estaré allí en una hora- dije. Tras apuntar la dirección colgué el teléfono.
Me sorprendió constatar que en Londres siguen habiendo escondidos enclaves de casitas perfectamente discretos.
Después de pulsar el timbre, y mientras esperaba para entrar en la, para mí, misteriosa casa de Anna, vi el contorno de mi cuerpo reflejado en la densa negritud de la puerta.
Anduvimos en silencio sobre la alfombra color miel del recibidor. Al llegar al salón nos tumbamos en el suelo. Dejó caer los brazos a los costados y levantó las piernas. Me coloqué encima suyo. Escondí el rostro en su hombro. Pensé en Cristo, clavado a una cruz sujeta al suelo. Luego, sujetándole el cabello con una mano, la penetré.
Y allí nos quedamos. Sin hablar ni movernos hasta que finalmente, acercando mi cara a la suya, la besé. Al cabo el viejo ritual se apoderó de nosotros y la mordí y la maltraté y la sujeté, una vez tras otra, mientras nos levantábamos y volvíamos a caer, nos levantábamos y volvíamos a caer en el yermo.
Más tarde habría tiempo para el dolor y el placer que la lujuria concede al amor. Tiempo para las líneas y los angulos del cuerpo que provocan que el asombrado simple salte entusiasmado de las caricias al desenfrenado arrebato.
Habría tiempo para las palabras obscenas y peligrosas. Habría tiempo para provocar con crueles carcajadas, y para vendar los labios con vistosas cintas en viciosa y excitante subyugación. Tiempo para las flores y tiempo para complacer los oídos con sedosos susurros. Y tiempo también, en ese oscuro, y silencioso mundo, para el aullido del hombre solitario, temeroso del exilio eterno.
Aunque no hubiera vuelto a estar con ella, mi vida se habría perdido en la contemplación del esqueleto que emergía bajo mi piel. Algo así como una osamenta abriéndose paso por entre los rasgos de un hombre loco. Resplandesciente de humanidad, atravesaba majestuoso su vida nocturna en pos del primer día.

Apoyándome contra una pared busqué con la mirada alguna calleja en la que poder ocultarme para abrazarla. Sentía la imperiosa necesidad de abrazarla.
A las nueve y media atizbé su cabeza. Bajó de la acera y corrió en dirección mía. Arrastrándola hacia la calleja, la empujé contra la pared. Me dejé caer sobre ella. Con los brazos extendidos y las piernas abiertas para poder abarcar todo su cuerpo. Mi boca y rostro mordían y arañaban sus labios, su piel, sus pestañas. Le lamía la frente. Dejé caer una mano y sujetándola por el cabello, dije con voz entrecortada:
- Necesito tenerte.
Se subió la falda y comprobé que debajo no llevaba nada, un instante después la había penetrado.
- Lo sé, lo sé - susurró.
Acabamos en cuestión de minutos. Me aparté de su lado. Alguien entró en la calleja. Cruzaron al otro lado. Abrazados Anna y yo parecíamos una pareja de amantes besándose. Algo que en París ese día podía pasar desapercibido.
Se arregló el vestido, alisándose la arrugada falda.
Se dio la vuelta y empezó a alejarse. No miró hacia atrás. Tambaleándome como un vagabundo borracho llegué hasta el centro de la calzada. Me acurruqué. Al final de la calle pude atisbar el otro París, ahora sin su suavidad natural, discurriendo con elegancia.
Así el individuo vive su vida diaria sin prestar atención al hecho de que nadie le garantiza el mañana.
Se oculta a sí mismo que la vida es una experiencia única que concluye en la tumba, que todos los instantes de la vida son tan únicos como su principio y su final. Esta ceguera facilita un patrón de conducta en el que apoyarse, y pocos de los que se lo cuestionan sobreviven.
Como es lógico. Si los hombres analizaran cada día la realidad de su propia muerte, las leyes de la vida y las de la sociedad se les antojarían irrelevantes.
Porque necesito saber que podré mirarte, escucharte, respirarte, estar dentro tuyo. Tengo que saber eso. No puedo volver a ese estado ... medio muerto. No me sería posible. Así es como estaba. En mi vida no puede haber un "después de Anna".


Josephine Hart - "Damage"

Nota al pie:
Amigo Chinaski, como verá no pasó inadvertido su pedido. Intentaré -con el tiempo- crear uno propio. Opté por elegir mi favorito.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

lo ha conseguido doña. No es un relato cien por cien erótico pero nos deja esa miel en los labios de querer saber porqué la pasión es el alimento en la vida de los amantes.

adoro esa peli, Ud lo sabe, Y mas adoro los encuentros en cualquier callejuela.:)

TORO SALVAJE dijo...

Je... iba leyendo y pensaba, hoy entiendo mejor a Rochitas, hoy si que le pillo todo lo que quiere decir, voy mejorando... y claro, no era tuyo...
En fin.

Besos.

MAJECARMU dijo...

Muy interesante y bien contado amiga..SÓLO UNA COSA:

Le diría al autor,que dar salida al instinto y a la pasión es humano.Pero,si el espíritu no interviene creciendo y madurando ese amor con respeto,diálogo y comprensión..La pasión caduca cuando el cuerpo va caducando..
El sentimiento ha de dar sentido y estar presente en la manifestación física,ayudando a evolucionar a la pasión.De esta forma será algo más que atracción puramente física.

Mi agradecimiento y mi abrazo,amiga.
M.Jesús

H. Chinaski dijo...

Mi querida amiga
Debo darle las gracias por haber aceptado la propuesta, por que, aunque el texto no sea suyo, ha sido un soplo de brisa fresca en este melancolico y triste mar por el que nada usted en estos ultimos tiempos. Espero, y se lo lanzo tambien como un reto, que el proximo sea de puño y letra suyo.

A veces es bueno salir de casa y darse una vuelta por ahi. Hay mundos dentro del mundo.

El texto me parece muy bueno.

Besos Roch

Desvanecerse dijo...

La pasión pasa por todas las almas con el estigma del desenfreno, es dejarse ir y lleva a hacerse a la mar en plena borrasca.

Besotes

Any dijo...

Lindo texto che, que difícil es escribir algo asi y saber transmitir las imágenes con buen gusto y melancolía.
Muy buena elección.
Esperamos el suyo en poco tiempo mas entonces?
abrazos

MAJECARMU dijo...

Rochitas,te agradezco tu respuesta.
He vuelto a leer este post y los anteriores que me indicas.

Te diré,que darle vida al cuerpo es darle vida al espíritu,porque ambos están unidos.El protagonista del post está necesitado de calor interior(CARIÑO) y quizá lo reciba con el cuerpo de la amada.Aunque aparentemente parezca sólo atracción e instinto..hay algo más,que antes no percibí,pero el amor está áhí,aunque no se profundice en él..

Siento la muerte de tu hermano y tu exmarido.También yo perdí a mi madre hace un año.Es muy duro y triste separarse de los seres queridos.Sin embargo,nos aferramos a la esperanza de que viven en otra dimensión,que llamamos Cielo.
También intuyo esa esperanza en ti,amiga.Por ello,me voy a permitir recomendarte un blog,que te aportará más esperanza y conocimientos sobre el tema..
Pasa a mi blog y pincha sobre el comentario de "Janeth".

Te mando mi ánimo y mi abrazo.Creo,que tienes gran fuerza interior y "ellos" te ayudarán,si los recuerdas.
M.Jesús

© Capri dijo...

Elegiste un buen texto para mostrarnos tus gustos

Espero que la proxima vez sea de tu autoria.

Todos en esta vida tenemos experiencias que nos pueden inspirar para escribirlos.

Un beso amiguita.

Anónimo dijo...

Vaya entrega más apasionada. Bien por estas letras.

Un placer leerte.

Janeth dijo...

Hola vengo a agradecer tus palabras en mi blog, y a conocer el tuyo, quede impresionada con esta narracion, la pasion desenfrenada de dos amantes, la vida tiene eso y mas,... espero seguir compartiendo, por lo pronto enlasare tu blog al mio para asi poder visitarte cada ves que actualices
Saludos cordiales
Janeth

Circe La Hechicera dijo...

Mi rochis, amiga, me ha encantado, una estupenda narración que despierta sentidos en la pasión y la lujuria, de esos matices está la esencia de los verdaderos amantes. Sobrio y desenfrenado. Besitos feliz fin de semana !!!!

Mary HC dijo...

Hola, hola.
He disfrutado el texto, entre sorprendida y encantada. La pasión es roja como los tirabuzones de la vida.
un abrazo enorme
K

La paciente nº 24 dijo...

No sé cómo explicarlo. Sentí el placer ese tan infantil, cuando te enredas en un parque en esas cosas llenas de cuerdas y entras y sales, entras y sales, con el corazón acelerado y la risa en los labios. Así.

La Peor de Todas dijo...

Querida Rochitas, leí con gran emoción el texto que postea, que para mí fue nuevo y refrescante a la vez.
Le dejo las palabras que me pidió, que de alguna manera misteriosa se adecuan al cuento que eligió regalarnos :-)
Lo que más nos pesa en las mochilas que cargamos sobre los hombros no son nuestras posesiones materiales, nuestras casas, nuestras hipotecas, nuestros autos, o nuestros sueldos: lo que más nos pesa son nuestras relaciones y vínculos; eso es lo que nos impide movernos y actuar con libertad.

Rochies dijo...

Cat's me too ;)
Qué película. Pero además que libro. Si tiene la oportunidad amiga búsquelo.
Supera como casi siempre al film.

TORITO, ud entiende más de lo que dice y yo a ud no sabe cuanto.
Menos mal que hoy nos tiró un Justianiano :P

Majecarmu, la pasión no caducó. No podía haber como él bien dice un "después de Anna". El final es trágico no para ellos sino para otros seres muy involucrados.
El libro es magnífico amiga y también el film. Se llamó "Fatale", "Damage", "Una vez en la vida".
Coincido con todas sus apreciaciones.
Ya visité a Janeth, Gracias!
Si ya no se despersonalizaron como me decía alguien el otro día imagino que estarán iluminando un poquito el sendero.
Me gustaría tener esa certeza que ud tiene. La misma que supo plasmar en honor a Laura.

CAPRI, todos tenemos experiencias pero no tal vez el arte de saber plasmarlas, y menos como Ud! como Silencios! lo digo en la nota al pie.
No hay cursito online? :P
No le quepa duda que lo intentaremos.

Salvador, espero que haya comprendido que he transcripto parte de la historia de "Damage". Gracias por venir. Primera vez verdad?

Janeth, gracias por pasar. Nos seguiremos leyendo seguro. Este no era un texto mío. Fue parte de una semi consigna sugerida por uno de los amigos de este espacio que me pedía intente uno propio, pero para lo cual considero no tener la suficiente capacidad.

Amiguita CIRCE, ahora busque el libro y vea hast adonde llegó tamaña pasión arrebatadora.

K, me imagino que la sorpresa venía de la mano de creer que era propio ...

Pacientita, que linda imágen me hace visualizar. Gracias!

PEORCITA! you always understand all. Clap clap.
¿Será el aire de mar? ¿o semejante herencia?
Si lo encuentra, se lo ULTRA ARCHI recomiendo.
Le conté del brote TOC. Hemingway, Sallinger, Clarice Lispector, Joyce. Ah! y un Abelardo Castillo "Ser escritor". MMM. Recié ahora concientizo que me pasé del límite.
Y es cierto la frase que en principio me envió por email y le había pedido me dejase registrada, calza perfecta.

© Capri dijo...

Querida amiga desconozco si existen cursos on line del tipo que me nombra.

Yo no los he necesitado nunca ni para la teoría ni para la práctica, de la escritura evidentemente.

:P

Mary HC dijo...

no, entendí que no era propio, no era sorpresa, era emoción porque me encantó
;)

 
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