Historia de un "si o no" ...

Y se trató un poco de aclarar, de hacerte saber como golpea esto. Cómo "me" golpea esto.
De que otra "luna" juntos podría en el mejor de los casos ser tu solución, pero no la mía.
Te hablé de pasados, de figuritas repetidas, de lecciones que no aprendo, de la misma piedra contra la que tropiezo.
Qué el hecho de "ser" , "haber sido" tu par, en este caso me exime -más que implicarme-
Qué esta vez no puedo volver a jugar,
conmigo.
Qué la factura que el destino me pase por un nuevo acto generoso y poco premeditado, sería tal vez muy alta.
Mencioné el cuidado de tu hijo, contra tu descuido...
No quise hablar de culpas, hablé de omisiones, de no ética.
Tácitamente me referí a tu egoísmo ...
Vaticiné futuros, riesgos.Míos, más que de ningún otro.
Porque esa energía blanca que te cura, que te sana
es la que cada vez que te vas, o debo irme, falta. Me falta.
Te hice conocer mis miedos, mi imposibilidad de un rotundo "no" pero mi derecho, llegada la ocasión ...
Te hablé de futuros, no los ves. Ya no los visualizas ...
Te urge el presente. Te encierra "una luna", tal vez dos ...
Pregunté, pregunté mucho sobre el después.
Hice mención a lo que tal vez -una vez más- no podría evitar, volverte a amar.
A la infinidad de veces que barajé todas las cartas y te quedaste jugando un ajedrez. A tanta ausencia. A tanto vacío. A tantas lágrimas, no sólo mías,
de ambos.
Pero verte mal nunca pude. Vos sos un mejor testigo. Un testigo más fuerte...
No quise ser cruel, sólo espero haber estado cerca de lograrlo.
Qué no es justo, en eso coincidimos.
Qué apremia la necesidad básica, qué no se le cierra a nadie esta puerta, pero que tu tránsito por mi mundo es bomba de tiempo.
Qué como sería seguir después si desde el inicio sé, que tu rumbo definitivo no pasaría por aquí, una vez más, otra vez.
Qué el día del punto final, de mi demorado basta, te dije la verdad. No por propia voluntad, ni por elección, por preservación. Por tratarse de mi única "via di uscita".
Porque vos no lo generaste, pero tampoco lo evitaste.
Porque a pesar de ser tu amor, tu escudo, tu isla ...
También soy tu utopía.