19 de agosto de 2014

Abriles


Y te fuiste en abril igual que él, que él que sí supo de vos, como vos no supiste de él, hasta después de tanto.
Y fue así que costó y cúanto.
Fue encuentro. Fue comunión; de almas…
Y te dejo ir y me acerco. Y te pienso, te tengo, te traigo. Te hablo, te imploro, me alejo, y sin embargo…
Eligieron abril. Sí, en abril pasan cosas.
No supe jamás ni intuí que así sería y sin embargo…
En ese llamado no era necesario me dijesen la decisión que habías tomado. Le imploré lo callase. Ya lo sabía. Como supe de vos en dos líneas de un teléfono olvidado, que reclamaba un te extraño: él ya no está, se fue, descansa en paz.
Y por qué te pienso, te tengo, te traigo. Por qué no te suelto, ya no te lloro ni reclamo.
Simplemente extraño.

2 comentarios:

Beatriz dijo...

Si Rossina ,en Abril pasan cosas a veces dolorosas, otras embriagadoras e inolvidables pero en ambos casos si valen para leer un texto tan hermoso como el tuyo que nos sigan pasando cosas en todos los abriles, Entonces seguiremos sintiendo, amando,llorando, gozando. Viviendo.
Un abrazo amiga- Te recuerdo

H. Chinaski dijo...

Por suerte, el tiempo que transcurre amortigua todo. Los recuerdos perduran y debe de ser así, los buenos y los malos, pero sus efectos en nosotros se atenúan.

 
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