7 de julio de 2013

Abrazos

Un abrazo no dado, que quizás lo será a destiempo. La lejanía, la distancia y la idea de que esa realidad no fuese así.
Fue dura aquella tarde que aún habiendo pedido socorro al entorno, el abrazo no fue, como cuando se niega o demora por nimiedades poco creíbles.
Y te extraño como nadie, a pesar de haber sido el detonante del caos. O uno de los tantos. Te extraño porque a veces éramos uno, y eso era felicidad. Hasta el mínimo momento de alegría compartido se convertía en un oasis. El más ínfimo, el que en otras compañías pasaba desapercibido. 
Te extraño, como extraño la rutina, los lugares; los que hice míos, aquellos de los que no podré despegar en mucho tiempo aunque aparezcan otros, no tan míos, no tan llenos de recuerdos. Y pasar esas esquinas o que la vista alcance desde una ventana un pasado, y pasar y vernos en una mesa donde ya no estamos, cuando la realidad era tan disímil. Cuando el cotidiano era tan diverso.
Cuando los abrazos y las pausas nos unían sin remedio. Y no lo buscábamos porque eso era la felicidad. Cuando no había un sentimiento de desdoblaje, y no estaba deshabitada en mi estar de siempre. Cuando las compañías eran necesarias pero no imprescindibles. Cuando no había vacíos sino falta de tiempo. Cuando cada segundo era un disfrute y no un instante infinito. Y los libros un mundo a descubrir y las letras propias una vida que todo lo justificaba. Y agradezco a los que están cerca pero no por ello dejo de necesitar aquellos otros abrazos tan nuestros, tan sentidos, que fueron creciendo con el correr de los días y abarcaron tantos tiempos. Cuando ya no importaban los pasados vividos porque habían sido asumidos y se vivía el presente. 
Tal vez y a pesar del dolor se trate de barajar y dar de nuevo, construir a pesar de la añoranza, y evitar pensar que se trató de la última vez.



7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

:)

Muakkkkkkkkkkkkkkkk.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Quizás la felicidad no sea solo un estado mental, sino más bien, un estado del ALMA...y los abrazos la manifestación necesaria de esa plenitud.
Hermoso texto...
=)

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Bien planteado, tal vez se necesiten nuevos comienzos.

Mario Gómez dijo...

Explicar lo que es extrañar a alguien o precipitarse en una ausencia o carecer de un abrazo. Transmitir la imposibilidad de una sustitución, de postergar lo que debió ser en su momento, definir la crueldad del tiempo, otra vez el tiempo. Escribir desde una contención tan difícil, como dejando que las palabras suavicen la aridez o el dolor de lo expresado. Lograr transmitir caminos, instantes, convicciones perdidas. Lo lograste, y eso emociona.

Santums dijo...

Interesante texto, pero muy melancólico para mi gusto.
Es hora de escrivir cosas positívas y de volver al presente.

Javier F. Noya dijo...

De lo no dicho surgirá la historia que quizá alimente el mundo de tus palabras Y de lo dicho, los abrazos que desde aquí, probablemente a destiempo, propinamos sin valorar su significado del otro lado del blog. Y el camino podemos caminarlo gracias a la nostalgia de lo bien vivido. Y a seguir. Besos.

María Virginia Gallo dijo...

Hermoso. Difícil explicar con palabras de este mundo (parafraseando a Pizarnik).

 
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