25 de enero de 2013

Buenos Aires también existe


Recorro tu calles ahora que es posible, porque, como alguna vez dije: "Buenos Aires también existe", y existe más cuando lejos de los ruidos del año calendario, enero le da tregua.  
Todos los caminos conducen a Arévalo, y pensar que pudo ser 2305. 
Y mucho antes me detengo en una imagen de Xul Solar y en una casona de Dorrego a una cuadra del Zaguán que sí descansaba, y mateamos con Borges en las cuatro esquinas, las que tanto hablan; las que hicieron creer y descreer. Donde el verde fue rojo. Y el rojo dio fuerzas pero robó paz y certezas. 
No se si fue casualidad que los primeros libros fuesen los suyos: El alma de Gardel y Fauna y Desplazamientos, después de tanta espera. Espera de calzada. Espera de letras en molde que aguardaban desde antes. Desde una ciudad en llamas que culminaba con brindis por tanto logro. Pero una vez más lo consiguieron. Una vez más. Una vez más, tarde.
Desde hace un tiempo juego. Me rodeo de piedras. Me eligen, las regalo, me las dan. Se quedan conmigo. 
Una noche de mucha luz en la esquina de Santa Fe y Maipú. Tan borgeana. Era Petit Paris; lo es. Aunque hayamos estado ahí Torquato y Regina. Por primera vez lejos de sus obras.Y a la derecha estaba su casa, la que hoy tiene placa, donde comienza el recorrido que fue tan suyo.

Y hay un San Telmo que me dejó con ganas, hace muchos días. Porque ahora los días transcurren distinto.
Porque camino Moldes y ya no duele. Porque es otro día y otro tiempo, y las fechas ya no alertan ni apagan el presente continuo.

Nota al pie: Los espero el jueves 31 por ahora los journalist andan jugando por la madre patria.  Los espero con dos tópicos: "Límites" y los invito a leer y escuchar a Borges en mi laberinto, y "Hablar escribiendo". 
Los días 27 pasan cosas y éste es especial: ese día subiré la consigna. 

5 comentarios:

ojo vidrioso dijo...

Siempre me desorientaba en Buenos Aires. Ahora hace rato que no voy.
Pero daba gusto perderse por sus algunos vericuetos.

De cualquier forma, me desoriento en todos lados. Incluso me perdí en Colonia hace poco, y eso que iba mucho por trabajo en una época, jaja!

censurasigloXXI dijo...

Es uno de los lugares a los que he prometido ir. Le sigue Uruguay. Le sigue Holanda. Le sigue Irlanda. Y entre medias visitas a mi Grecia amada.

Un beso y un buen café.

Javier F. Noya dijo...

Y yo no sé, o sé tanto que comomla inconsciente respiración, porque esta ciudad es, con todo su sentido verbal, con todo su filosofía. y en su experiencia, veo que ha marcado huellas, como la rueda al fango que otrora embarrara los botines de Borges, y ahora, esquivo y sutil, nos espera en alguna vereda descuidada. Lo que ocurre en Buenos Aires, marca, un poco más. Besos. Voy volviendo, como diría un Yupamqui.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Buenos Aires tiene ese particular esencia que a veces repele y muchas otras atrae y encanta.
Un abrazo

Mario Gómez dijo...

yo quiero ir, definitivamente, mientras tanto, también me suelo detener en las imágenes laberínticas de Xul Solar, hermosísimas en su ingenuidad: tengo una especied de láminas de él, y así pienso en Borges, en Buenos Aires, etc, tanto, que ya rondan mis sueños con asiduidad.

 
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