3 de agosto de 2011

De mapas y senderos



En mi mapa hay un río plateado de luna, muchas mañanas de montaña; hay un lago, nieve, cascadas y un sendero, y ese pequeño arroyo, que desembocaba en un embudo inmenso, de bosque y acantilado, que era el mundo entero.
Hubo un mes de febrero; un día siete; pétalos de rosa, una nota manuscrita y el llanto eterno. El amor dialogaba en las orillas; tardes donde se perdía la noción del tiempo, entre siestas y soles, y confesiones de cuaderno. Tres Puntas, mi espacio; universo infinito. Fue la calle Juez del Valle, al pie de un cerro, en tardes de otoño y noches de víspera de un nuevo comienzo; fue esa misma calle en una primavera perenne, y flotando libres, tantos veranos de río. Fue una tarde en Brown al 300, donde recuperamos años de distancia. Y varios después, en una mañana de cumpleaños, que perpetúa una "no me olvides"...
Las cero horas de un nuevo cumpleaños, en el Arrayán de los juramentos...
Fue noche de Alquimia en Curruhinca, y el mismo día entre Cerezos, después de una ruta de postal y lagos que me devolverían de regreso. A vos.
Se reunieron un sinfín de lunas, un día veintinueve, en noviembre, cuando lo imaginado fue: truenos, rayos; verdad. Y una esquina de adiós en la calle Peña.
Y fue del amor que no fue, o sí; colmado de incógnitas y laberintos que aún congojan. Fueron muchas noches de Melo y Bustamante, cerca de esa dulce esquina que años más tarde llegaría. Fue un siete, sí un siete en el mes de mayo, cuando fui consciente; que era para siempre, y que no sería nunca. Hasta aquel veinticuatro, en ese febrero último y eterno.
Y fue tu voz en un teléfono y mis silencios. Y el asfalto que todo lo supo, que hoy calla un presente y recuerda. Nada nada me aviso que en Aráoz, que alcanzaba la vista de un parque Las Heras, sería nuestro refugio, nuestro barco; nuestra isla; desde aquella posada de sol en un mar de a dos, donde el hechizo comenzó. Serían días eternos en Melipal, y en una torre alta cuando ya apremiaba el tiempo. Y Frey nos tuvo y nos dejó lejos.
Y sé que fue frente a un río, iluminado de luna, llenos de latidos de espera -desde aquel domingo en el Puerto- y de víbridos infinitos, que la magia fue verdad. Y en un Rincón y Mitre un adiós tácito que aún perdura. Sólo esa calle lo vio, lo sabe, cuando en aquella tarde de domingo gris e invierno, confrontó amor y desaliento; difuso ya que a pocos metros hubiésemos sido transportados a una cápsula sin tiempo. Todo el amor del mundo perpetuado en un espejo.
Y sí, fue también ahí, en Colón. En tu esquina. En tu lugar en el mundo.
Y aunque no estuvieses cerca desde hacía demasiado, un día en Verona cerca de la tumba de Giulietta, y en una tarde de café veneciano. En un tren de campiñas, y amarillos, colinas y verdes, y celeste azulado.
Hablan también las de los adioses. Me habla una esquina de avenidas en Almagro. Un tren a Torcuato, cerca de una casa rosa, testigo de todo aquel verano ochenta y seis, procurando olvidarte.
Una terraza de noche, de mayo, con ceniceros colmados, donde pactaríamos aquel "catorce" antes de los besos infinitos y de ese año juntos que aún nos conserva...
Una tarde en Palermo, era septiembre, descifrando planetas, llenos de sol; un ascensor al infinito, fuimos los dos uno en aquellos instantes, imantados, etéreos, ausentes del resto, vivos. Incongruente final sin fin.
Fue el patio de los naranjos, un jardín de Praga, una biblioteca, una ventana y un concierto. Y más tarde vendría: la primavera, una mañana de pájaros, las calles de mi infancia, mirando al revés de otros tiempos, y el adiós sin vestigios, sin tregua, en una esquina de sol en Palermo.
Qué ángulos, qué escenarios y atardeceres serán los testigos. Qué mañana todavía protagonizaremos.

19 comentarios:

Escribir es seducir dijo...

ESTE MAPA TAN COLORIDO, LLENO DE LUGARES, LLENO DE PERSONAS, LLENO DE RECUERDOS Y MELANCOLÍA.
AQUELLOS LUGARES QUE NO NOS DEJAN. QUE NO NOS AVISARON QUE IBAN A SER NUESTROS. LOS QUE QUEDARON EN EL PASADO Y LOS QUE VENDRÁN EN EL FUTURO Y TAL VEZ DESCONOCEMOS. LOS LUGARES EN LOS QUE ANHELAMOS ESTAR, VIVIR.
SIN DUDA, VUELVO A REPETIR ROCHIS, ES UNA DE LAS MEJORES COSAS QUE TE LEÍ.
ME ENCANTÓ ESTE POST

Beatriz dijo...

HErmoso calendario de sentimientos, de fechas marcadas con cruces rojas con señales de peligro, de dolores en el alma, de desencantos y sin embargo en ése paisaje se van dibujando tambien momentos inolvidables, roces que traspasan eso que es tan especial en el encuentro entre dos cuerpos que aún tiemblan, que aún sienten. Que se recuerdan. Por que fue hermoso-
Un beso desde la arena de esta playa que hoy me acaricia, desde este sol mediteráneo.

El Gaucho Santillán dijo...

Es lo hermoso de la vida.

Mañana no sabes que pasarà.

Y mientras tanto, puedes soñar lo que quieras.

Buen texto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Siempre supuse que a la geografía, a la cartografía, a los recuentos de algunos viajeros, les faltaban datos, elementos sutiles pero indispensables como los que tu insinuas y es que los lugares no son más que escenarios de nuestra memoria, cuyos relieves se levantan con lo que nosotros o nuestros ojos hayan festejado, sentido o padecido en ellos. Existe un atlas personal que cada uno construye con sus propios mapas, un privilegio cuando usted nos presenta el suyo, plagado de nombres que, al menos para mi, me traen ecos de emociones que no merecen ser olvidadas.

silvia zappia dijo...

senderos que trazan mapas de melancolía, con esa cierta luz borgeana que vive en su palabra.


besos*

VeroniKa dijo...

Los caminos, los destinos, los rincones y los nuevos amaneceres que rescataremos del pasado que hoy nos situa aqui.
Estuve con Pessoa tomandome un café y me dijo algo asi como "Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea."



no es genial? besos

Janeth dijo...

Me encanta la forma que le das a tus recuerdos, tus nostalgias tan vividas, tan eternas,...amiga este mapa con senderos que enmarcan tus dias, te llenan de encanto....La Fuerza y la magia poderosa de la Diosa está en ti. En el presente Amanece...

La Peor de Todas dijo...

A mí me gusta mucho cómo decora sus posts... ;-)

Lucía.uy dijo...

Rochisssssssssssssssssssssssssssssss!!!!!! te debo, no una! te debo como mil! jejeje......recièn ayer pude ver el video!! todo un hijo e' su madre el viejo!pero escribió como ninguno! será que yo lo amo, por eso lo absuelvo! jeje..
Gracias Doña! y toy en deuda con usté!

besos

Lu

J. G. dijo...

cuando vuelva recordaré que estuve por aquí

Insisto... dijo...

Tus letras incitan a escribir sobre el gran amor de la vida y el mundo perfecto que tenía,solo por estar con él.
te pasaste!!!

Javier F. Noya dijo...

Una belleza de nostalgia que no se resigna, una esperanza de geografía hecha en este "aquí" que concentra todos los pasados y los devenires. Bello, realmente. Un placer. Besos.

días intensos dijo...

Como el mundo es redondo, el viaje más lejano termina en la puerta de tu casa. Justo donde empezó.
A veces es necesario viajar muy lejos, y vivir montones de aventuras, para reunir la experiencia y la sabiduría que nos permitan reconocer el valor de lo que siempre hemos tenido al alcance de nuestra mano y nuestra mirada.
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Ah!!!

Que delicia.
Me da igual si me pierdo muchos guiños.
La delicia consiste en leerte y dejarme llevar por lo que me despiertas.

Cada párrafo es un premio.

Besos.

Humberto Dib dijo...

Una bella forma de relatar sentimientos, me gustó...
Besos.
HD

La paciente nº 24 dijo...

Siempre estás regresando...

valeria dijo...

Bellísimas palabras. ¡Oh! El amor y los viajes…¿existen placeres mayores?

*Desvelada* dijo...

Bellisimo escrito. Gracias por compartirlo.

Unknown dijo...

Es como si hicieses recuento de lugares que te dejaron huella. Un recorrido sin fecha de caducidad, salvo la del olvido, en el tiempo presente del tiempo pasado.
Como reza el título del post, un mapa de vida.
Es una delicia leerlo.

 
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