20 de marzo de 2011

Noviembre 2010

Creo que llegaste en el peor momento del año. Llevábamos tres sin vernos y tanta vida en el intento...
Hubiese renunciado antes de tiempo, si en aquel momento cuando te fuiste, hubiera sabido todo lo que sin vos iba a tener que afrontar.
Me acuerdo que era octubre. Yo venía de festejar mi cumpleaños, el último aunque lo ignorase, en el que estaría brothercito. Vos habías viajado a Paría por aquella entrevista de trabajo; cuando a tu regreso me comunicaste que lo habías logrado, y que te quedaban diez días en Buenos Aires para armar tu mudanza. Costó creerlo.

Una vez más, "amigo, extranjero, compañero de deporte y partner de cine", dejaba el país. Demasiada figurita repetida. Parecía un hechizo. Suma de ausencias impensables. De esas que creemos imposibles de sobrevivir.

Sin embargo le pusiste mucha alegría brasilera. Y por una vez en la vida logré apartar el tango. Era tanto lo que ironizabas con tu partida, que alcanzabas el punto de que uno desease, que te fueras ya. No habían pasado ni seis meses, cuando una tarde de abril, me animé a contarte que él ya no estaba, que se había ido para siempre y de la peor manera. Que era él quien había decidido su ultimo ocaso.

Creo que la primera vez que lo lloré fue con vos. Tu hermano no, gritabas, y ahí lograste que me quebrara. Era mi hermano.

Tu suma del 1 + 1 = 2 y no 3, para explicar el por qué no de mi relación nociva con Gabriel. O el amor que Claudio sentiría "quizás" por mí, y que vos no podías medir. Pero los hechos sí. Esos sí podías. Los actos. Y brillaban por su ausencia.

Recuerdo que en un momento dado decretaste que ya era tiempo. Tiempo de basta, de ponerle punto final al sufrimiento. Eso incluía el regreso de Claudio a Bariloche, ya que a mí no me correspondía, ni era nada justo que en pleno duelo del dolor, me siguiese haciendo cargo de alguien, que sólo acudía a mí en sus tiempos malos.

Pero como te decía, llegaste en el peor momento, en el de la pausa. El del letargo, esa especie de plancha forzada que sobrevino después de agosto. Porque fue la segunda muerte en dos años. La segunda persona que más me importaba en este mundo, y sin embargo. Tal cual él mismo lo anticipó "sería muy feliz desde la primer noche del otoño". Aunque él ya no estuviese...

Un mundo de letras y papel. Cambios imprevistos, impensados. Vos. Por fin vos. Todo fue de verdad y sin embargo, hoy tan lejano.

Nos habíamos contado tanto, que de a ratos sobraba el tiempo. Todo gracias a los ciberespacios, porque más de mil días nos separaban de aquella esquina de Charcas y Julián Alvarez, donde nos dimos un gran abrazo y un cortito chau.

Y la plancha ahora era de a dos. Tus horas infinitas. Las mías. Nadie esperando en Francia, que volvió a ser tu país. Nada ni nadie. Regresarías a lo que habías dejado, una puerta cerrada que nuevamente abrirías solo, y con un futuro incierto.

Un porvenir que de a ratos pareciera carecer de azar, de curvas, de desvíos.

Un intervalo en el tiempo que no cesa.

Y sé de tu sensación de no estar invitado a un mundo de fiesta. A ninguna parte.

Y me quedo sin palabras, no se me ocurre que decirte. Como hacer para que tengas ganas de. De algo. Para que vuelvas a confiar. Que recuperes esa chispa que te convierte en esa personita tan distinta.

Porque, ¿te acordás que cuando seamos viejos, seguramente nos arrepentiremos de habernos quejado y sufrido por tanta nimiedad? Cuando entonces sí no haya tiempo y recordemos que todo estaba por hacerse, por darse.

Ayer cuando supe lo de Flor, pensé también en vos. En vos que esta vez por tu propia decisión decidiste apartarte. Aislarte. Cuando sin embargo, la tarde del 24 de diciembre me despedías en esa parada de autobus, como si después fueses a estar.

Pero al otro día, cuando regresé a casa, me di cuenta de que no. Una vez más ya no vendrías a tomar tu café en tu tazota borgeana, o a tirar la puerta a golpes para que te acompañe a hacer deporte a Palermo, o a preguntarme miles de veces ¿como estás?

Ya no charlaríamos en francés en el bar del lector. Ni ironizarías con mi casa de enfrente. Sí, la del café literario de la calle Las Heras.

Sin embargo me aseguraste que el 2011 sería nuestro año y ni siquiera ahora aceptás objeción. Recién comienza, contestás.

14 comentarios:

Guido Finzi dijo...

Resulta desafiante e incomprensible saber qué determina que dos personas terminen siendo amigas. Mucho más, si son de sexo opuesto. Pero llega un momento, que hay que dejar la reflexión y el análisis, y dedicarse únicamente a disfrutar de dicha experiencia. Entre otras cosas, porque esos pensamientos no nos llevan a ninguna parte.

Un saludo

TORO SALVAJE dijo...

Yo no digo nada.
No me des la bronca eh, es que esto es para otra persona.
Que voy a decir yo?????

Besos.

silvia zappia dijo...

qué bien escribe usted,Rochies! aunque sea una historia personal, maneja de tal manera las palabras, que las desprende de sí misma, entonces,la historia es nuestra, no sé si me entiende.

mil besos*

Rochies dijo...

Guido
Es real, no hay factor indicador de que alguien con quien compatibilizamos tanto se convierta en un amigo entrañable o en un amor.
Son esas relaciones que uno sabe para toda la vida, y ademas la sabe fuera de otro interés que no sea el de la amistad. Una manera de hermandad.
Ya sé que en su caso es una causa pendiente...

Torito, ¡pero cómo! si era para Ud. Que se fue para las Europas y no cumplió con el éxodo patagónico.

Gracias Rayuelita, y que venga de una "letrada" como ud el comentario cuenta doble.
Es lo que trato, amiga.
De hecho todos los sentimientos que generó esta partida también lo habían ya generado otras que tocó vivir previamente. Como aclaro, la figurita era repetida.

Guido Finzi dijo...

Yo tengo relación de hermandad con algún amigo...

Any dijo...

Y tiene razón, recién comienza, no sea ansiosa che.
Dos pérdidas dolorosas demasiado seguidas, la han dejado un poco en stand by me parece. Mueva y vea si es cierto que el 2011 viene lindo.
Todo lo mejor pa' ud amiguita!
besos

Crista de Arco dijo...

Sus palabras me suenan a una historia conocida.
(muchas de mis experiencias se parecen un poco, sólo algunas)

Un placer leerla.

Un beso o 2 !

Seguiré pasando por este espacio. *

Mary HC dijo...

Pues yo te mando un abrazo porque a ti tb te tienen que cuidar un poco
(--------------------) bs
K

Adrian dijo...

Es lindo ver como desde algo tan personal podes crear algo tan accesible y agradable a la lectura, a veces las palabras logran ser un puente e la distancia, sobre todo cuando estan bien elegidas por el sentir primero y por la amplitud del vocabulario despues...

Como ves, me di una vuelta por aca y todavia no publique nada jajaja te hice caso.

Janeth dijo...

Con otra mirada….desde el corazón,
se puede VER el alma de las personas y las cosas….
y entonces se capta lo esencial, lo importante.
Todo aquello que nos conecta con el Alma de la Vida,
y nos otorga la magia de su verdadera Fuerza….

La chica de la farmacia dijo...

Yo sí entendí el comentario de Rayuela, porque es exactamente lo mismo que sentí al leerte.
Admiro esa capacidad de compartir una historia alejándola de vos misma.
Te felicito, realmente. Me encantó.
Brindo por este comienzo.
Un beso grande.

La maga dijo...

me encanta leerte
ultimamente
estas demasiado terrenal
eso me gusta Rouch

Escribir es seducir dijo...

ROCHIS TUVE LA SUERTE DE SER LA PRIMERA EN LEERLO Y MÁS AÚN NO VOY A DEVELAR PERO CASI TESTIGO DE TUS ESCRITOS.
TODO PASA POR ALGO Y EN LO PARTICULAR SALIENDO DE LA LITERATURA, QUE ENTRE PARÉNTESIS ES FORMIDABLE,CREO QUE USTED CRECIÓ MUCHÍSIMO COMO PERSONA A PENSAR DE LOS DOLORES O COMO DICE SIEMPRE LA SUMA DE DOLORES

BESOS

Unknown dijo...

vengo sin permiso a una mesa servida de nostalgias, dolores y replanteos, y solo miro como vos a la distancia, besos

 
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