10 de abril de 2007

Extraña sensación

Me siento extraña, extraña y triste. No me identifico conmigo actuando de esta manera, pero se que por mi misma, por mi salud mental, y a veces más física que otra cosa (ya que soy de las que todo lo manifiestan con el cuerpo), por más que duela como ningún otro dolor, no puedo seguir recibiendo migajas de este amor, cuando se que lo di todo. Más de lo que yo misma me creía capaz de dar.
Entonces, recibir un "que querés que te diga" ante mis reclamos, ya no da. Ya que esa frase no hacía más que validar la acusación a la que yo lo sometía.
Sé que no voy a aguantar mucho tiempo así, sé que no voy a volver a ser "la otra" cuando la otra era ella; sé que merezco mi lugar más que nadie y aunque no el no esté en el mejor momento para tirar de la soga, debo entender y actuar en consecuencia con el hecho de que yo también soy importante.
Como seguirán las cosas no lo sé. Solo sé que todo lo que le dije, aunque después me haya sentido sumergida en la peor de las angustias (una angustia repetida en tantos dejà vu) era absolutamente necesario.

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