16 de abril de 2007

Eight years later

Ayer fue un día complicado, o por lo menos lo que sería considerado muyyy complicado para el común de la gente; pero no tanto para los hechos que vienen aconteciendo "in my life" en los últimos meses.
No quiero caer en un "¿por qué a mí?", y sí pensar que esta vez voy a tener la fuerzas que tal vez no tuve hace nueve años, hace siete, hace cinco, hace dos, para cortar con una relación donde desde hace nueve, siete, cinco, dos, debo conformarme con "le briciole" como diría mi best friend de la botita ...
Pensar que también hace ocho años que lo conocí, y yo ya estaba con esta situación /etapa/ karma, y si bien no conoció la historia desde el primer día, después agotó el crédito con los detalles y continúa hoy 15.000 km de por medio siendo uno de mis más fieles referentes al respecto (sigo refiriéndome a su posgrado en "C story") .
Era mi primer día acá (antro laboral). Venía de pasar uno de los peores momentos de mi vida (rotura del quinto disco lumbar en los gimnasios de Paraguay y Ayacucho), regreso transitorio a la casa materna, mayores incomprensiones que jamás (o más de lo mismo tal vez), un llamado levantado del contestador de casa por la madrugada del 10 de marzo, dónde se me anunciaba que había sido seleccionada entre las 200 candidatas.
Angustia, seguridad de que no iba a poder, convicción absoluta de que todo lo deseado ocurría en el momento menos indicado.

Sin embargo, los resultados fueron otros: al devolver el llamado, se trataba de una felicitación y un pedido de disculpas, ya que los "european times" eran otros y si bien era yo la seleccionada, el papelerío demoraría más de un mes .
Convicción absoluta de que el cosmos había por una de las primeras veces coordinado los tiempos, y que se trataba de una gran señal de que este sería "mi lugar", ya que "un mes", un mes exactly era lo que necesitaba para mi rehabilitación pos cirugía, y la idea no era precisamente la de blanquear semejante impedimento cuando detrás mío venían otras 199 ...
No todas fueron rosas pero a los dos meses entre Ale y algo del entorno estuve mucho mejor que lo que hubiera estado en otros lados y de lo que ya de hecho había estado en muchos otros. Sumémosle a eso la posibilidad de hablar durante ocho horas al día mi idioma favorito (en ese entonces), porque la rutina todo lo cambia, y una "seguridad social, cultural y laboral" que pocos otros lugares podrían darme.
Venía de romper con Juan Pablo (un gran amor -que sigo insistiendo- pudo como pocos haberme hecho zafar y que como desenlace fue un gran fraude) y a eso el agravante de mi separación de C (la segunda) durante el transcurso del año anterior.
Cualquiera hubiese augurado un gran cambio, cualquiera y hasta el más pesimista no habría pronosticado que hoy ocho years later de aquel día salvo cortos períodos "sálmicos" positivos, estoy acá más disconforme que jamás, más desmotivada que nunca y enamorada y sufriendo por las malas decisiones de C que aún me involucran.
Terrible necesidad de punto final, de cambios, de alegrías, de animarme a, de no más "briciole" de creer más que nunca en mí, y en lo que merezco porque como nunca jamás, sé que es mucho y que alguna ley cósmica o simple justicia debería darme una tregua en tanta búsqueda fallida, y el coraje y la fuerza que espero, dará esa certeza.

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